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El futuro de las baterías para dispositivos móviles: diez veces más capacidad y más rápidas

  • Desarrollan un nuevo sistema que aumenta la capacidad de las baterías
  • La utilización de materiales especiales y grafeno hacen posible estas mejoras

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Varios iPhones en su momento de recarga
Varios iPhones en su momento de recarga

Científicos de la Northwestern University de Chicago  han anunciado  un importante avance tecnológico en los materiales empleados en las baterías de los dispositivos móviles tradicionales: teléfonos, iPods y cámaras, con un doble objetivo: aumentar su capacidad y reducir el tiempo de carga. 

El resultado, que todavía está sobre el papel, es que la capacidad de las baterías aumenta diez veces al tiempo que se reduce también diez veces el tiempo de carga.

La capacidad de las baterías se multiplicaría por diez

En la práctica, esto supondría que tan solo habría que enchufar el teléfono para cargarlo una o dos veces por semana, y que el tiempo de recarga sería de tan solo 15 minutos. 

Estas nuevas baterías tendrían una vida útil como mínimo de un año, pues también son hasta cinco veces más eficientes y se degradan menos que las actuales.

El trabajo ha sido publicado en la revista  Advanced Energy Materials  para que lo analice la comunidad científica. En él se explica que, técnicamente, las baterías sobre las que se aplica esta nueva tecnología son similares a las de Ion-Litio tan populares en los dispositivos actuales.

Lo que ha conseguido este equipo de la Northwestern es combinar los átomos de silicio con capas de grafeno situadas de una forma especial para aumentar el número de átomos de litio de la batería (y con eso su capacidad), al mismo tiempo que han reducido el espacio que los átomos de litio deben recorrer durante la recarga mediante unos pequeños agujeros de 10 a 20 nanómetros en una especie de "sandwich" en las capas de grafeno (lo cual influye en el tiempo de carga). El resultado es más capacidad y menos tiempo de recarga.

No es algo que vaya a estar disponible de hoy para mañana, sino más bien en el plazo de 3 a 5 años, pero al menos los primeros pasos para conseguir esos materiales de forma práctica ya están dados. Ahora quedan toda las comprobaciones de seguridad, tales como evitar que se sobrecarguen o sobrecalienten, y asegurarse de que existe una forma barata de conseguir todos esos materiales y adaptarlos a los procesos de producción industrial habituales.