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EE.UU. da luz verde a los primeros reactores nucleares en 30 años pese a Fukushima

  • La comisión reguladora aprueba la construcción de dos nuevos reactores 
  • El presidente de la comisión ha votado en contra por la catástrofe de Japón

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La Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos ha aprobado este jueves, por primera vez en más de treinta años, licencias para la construcción de dos nuevos reactores nucleares pese a la catástrofe de Fukushima.

Un consorcio de empresas encabezado por Southern construirá los reactores nuevos en la planta nuclear de Votgle, a unos 275 kilómetros al este de Atlanta (Georgia, sur del país), que ya alberga dos reactores nucleares.

Los dos reactores que se van a construir son del modelo Toshiba AP1000 y tienen un coste estimado de 14.000 millones de dólares.

El permiso de construcción ha sido acordado con la oposición del presidente de la comisión, Gregor Jaczko.

"No puedo apoyar otorgar esta autorización como si Fukushima no hubiese ocurrido jamás", ha defendido Jaczko.

Kristine Svinick, una miembro de la comisión que ha hablado en nombre de la mayoria le ha replicado que "no hay amnesía" y ha recordado que la industria ha sido instada a que aprenda las lecciones de Fukushima.

¿Renacimiento nuclear?

La Admnistración Obama ha defendido la energía nuclear y ha apoyado este proyecto con un préstamo de 8.300 millones de dólares.

La nueva planta usará reactores AP1000 construidos por Westinghouse Electrica, un diseño estandarizado aprobado por la comisión en diciembre que será seguido por otras plantas nucleares propuestas. Westinghouse es propiedad de la multinacional japonesa Toshiba.

"Es un día histórico", ha declarado en un comunicado el presidente del Instituto de Energía Nuclear estadounidense.

"La licencia de hoy suena como un claro mensaje al mundo de que  Estados Unidos reconoce la importancia de expandir la energía nuclear  como un componente clave en un futuro con menos energía que emita CO2  que es algo central en la creación de empleo, la diversidad de la oferta eléctrica y la seguridad energética", ha añadido.

La energía nuclear en Estados Unidos recibió un golpe de gracia con la fusión parcial del núcleo del reactor de la central de Three Mile Island en Pensilvania en 1979, que causó que los costes de construcción de las centrales se disparase y se paralizasen los proyectos abiertos para construir nuevas centrales.

La catástrofe de Fukushima supuso que países como Alemania abandonase sus planes de volver a construir nuevos reactores y aprobase el apagón nuclear en 2022. Los italianos también se pronunciaron en referéndum en contra de volver a las nucleares.

Otras potencias nucleares como Francia mantuvieron su mix energético aunque el regulador galo ha pedido "masivas inversiones" sin pedir el cierre de ninguna central.

En el caso de Reino Unido, la comisión reguladora adoptó una decisión similar a la estadounidense y dió luz verde a la construcción de nuevos reactores.