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Los nigerianos continúan su huelga general contra la retirada del subsidio al combustible

  • El coste de la vida se ha elevado debido al aumento del precio de la gasolina
  • La mayoría de los nigerianos viven con menos de 2€ al día 
  • El Gobierno advierte que no cederá

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Manifestación, el día 9, por las calles de Port Harcourt, Nigeria.
Manifestación, el día 9, por las calles de Port Harcourt, Nigeria

Nigeria ha entrado este martes en su segunda jornada de huelga general indefinida, convocada por los sindicatos para protestar contra la eliminación del subsidio de los combustibles. El lunes, al menos tres personas murieron por disparos de la Policía, mientras que las negociaciones entre los trabajadores y el gobierno del presidente Goodluck Jonathan están paralizadas.

A primera hora del día, multitudes de personas han comenzado a concentrarse en rotondas y cruces de las principales ciudades del país, el más poblado de África (160 millones de habitantes).

Los bancos, las oficinas oficiales y las grandes compañías estaban cerrados pero algunos puestos de venta y tiendas pequeñas han abierto.

El 1 de enero, el regulador de combustibles de Nigeria anunció que retiraba el subsidio a la gasolina, lo que inmediatamente duplicó el precio del carburante y, como consecuencia, hizo subir el del transporte y los alimentos. Muchos nigerianos subsisten con menos de dos dólares (1.5€) al día.

Manifestaciones en todo el país

"Tomo parte en las manifestaciones. Odio la retirada del subsidio, perjudica a todo el mundo, pero tenía que venir al trabajo", dice Gladice, que trabaja en un restaurante de comida rápida en la capital, Abuja, en declaraciones a Reuters.

"Espero que las huelgas hagan cambiar de opinión al Gobierno, pero realmente no sé si darán marcha atrás", añade.

Las autopistas de Lagos, el centro comercial del país, tradicionalmente conocidas por sus atascos, estaban vacías. Un grupo de jóvenes ha bloqueado el puente principal de acceso a la metrópolis.

Después de los muertos del lunes, uno de las principales centrales sindicales de Nigeria hizo público un comunicado. "Condenamos fuertemente este asesinato irracional de manifestantes pacíficos y desarmados. El inspector de Policía y el presidente del país responderán por estas muertes", afirma el documento.

El sindicato ha llamado a "continuar participando activamente" en la protesta para que el combustible vuelva a su precio original.

Un país arruinado por la corrupción

Jonathan, sin embargo, ha advertido que no repondrá el subsidio, que algunos economistas consideran un gasto excesivo y origen de prácticas corruptas, por el que miles de millones de dólares de fondos públicos acababan en manos de traficantes de combustible e importadores.

El Gobierno estima que ahorrará casi 5.000 millones de euros y acabará con el contrabando de gasolina a países vecinos como Benín y Camerún.

Pero la mayoría de los nigerianos se han beneficiado poco de los fondos estatales y la promesa oficial de que el dinero ahorrado será destinado a combatir la pobreza suena a falsa.

Décadas de corrupción han acabado con las redes de transporte y electricidad del país, mientras que han empeorado los sistemas públicos de educación y salud a pesar de que cada día Nigeria exporta petróleo por valor de más de 150 millones de euros y muchos políticos se han hecho ricos. La extracción petrolífera (dos millones de barriles diarios) no se ha visto afectada.

La conflictividad social se une en Nigeria a la actividad del grupo armado islamista Boko Haram, que ha cometido varios atentados recientes y este mismo lunes asesinó a un miembro de los servicios de seguridad del Estado.