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Un millar de desaparecidos por las inundaciones en el sur de Filipinas

  • La cifra oficial de fallecidos asciende hasta los 1.080
  • Los equipos de rescate siguen recuperando cadáveres

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En Filipinas se elevan ya a más de mil el número de muertos por las inundaciones

Las autoridades de Filipinas han elevado este viernes a más de un millar el número de desaparecidos a causa de las riadas ocurridas hace casi una semana en el sur del país, y cuando asciende a 1.080 la cifra de muertos.

Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la revisión del número de desaparecidos, que ha subido en apenas 24 horas de 51 a 1.079, ha sido hecha después de sus equipos desplazados a las ciudades más afectadas ordenaran la información facilitada por personas que desde el pasado sábado buscan a sus seres queridos.

Sin embargo, el director de este organismo, Benito Ramos, ha reconocido en una entrevista a la radio dzBB que ha dado instrucciones de detener las labores de recuento de desaparecidos dado que la actual cifra no será del todo fiable hasta que sean identificados todos los cadáveres encontrados.

Evitar la alarma

"No queremos crear una alarma innecesaria en la población. Es posible que algunos de los cadáveres sin identificar sean los de personas dadas por desaparecidas", ha explicado.

La Cruz Roja filipina, que hace por su parte otro recuento sitúa en 841 el número de muertos y en 919 el de desaparecidos.

"Solo contamos lo que vemos, los muertos y desaparecidos con nombres y apellidos. Es muy probable que nuestras cifras también superen el millar, el número de desaparecidos seguirá aumentando a medida que tengamos más información", ha declarado a la agencia Efe el presidente de esta organización humanitaria, Richard Gordon.

Los equipos de rescate siguen encontrando cadáveres que fueron arrastrados hasta el mar, algunos cerca de las costas de Bohol y Cebú, situadas a unos 100 kilómetros de las ciudades más afectadas, Iligan y Cagayan de Oro.

En estas localidades han comenzado a enterrar los cadáveres en fosas comunes a medida que son identificados.

"Ayer fueron sepultados 44 y hoy lo serán varias decenas, en función de lo que digan los equipos forenses. Mientras tanto los tenemos dentro de un hangar cercano al aeropuerto", ha comunicado el alcalde de Cagayan de Oro, Vicente Emano.

De las 674.472 personas afectadas por las riadas, 48.980 se hacinan en 45 centros de acogida en los que las condiciones higiénicas son precarias.

Las autoridades sanitarias han movilizado sus recursos con la finalidad de prevenir brotes de enfermedades infecciosas que pueden desatar epidemias en ese entorno de insalubridad y la falta de agua potable en las poblaciones más afectadas.

Riesgo de infecciones

"De momento no se han dado casos de infecciones y solo hemos detectado diarreas, sobre todo entre los niños. Pero de momento no es preocupante, hemos instalado un sistema de filtración (de agua) con capacidad para 40.000 litros al día en Cagayan de Oro y otro para 3.000 litros por hora en Iligan", ha declarado Gordon.

Otro de los peligros que acechan es la propagación del tétanos, ya que muchos de los 1.979 heridos sufrieron cortes y golpes con tejados roñosos de latón y las vacunas escasean.

El presidente de la Cruz Roja ha señalado que en los supervivientes se aprecia el impacto psicológico por la pérdida de familiares y pertenencias.

"El otro día nos encontramos a un superviviente tirado en medio de la carretera que no quería alimentarse más, decía que no tenía sentido vivir. Perdió su casa, a su esposa y a sus ocho hijos en la riada. Nunca he visto un desastre así", ha relatado Gordon.

La tormenta tropical "Washi" golpeó la región norte de Mindanao y las isla Visayas entre la madrugada del pasado viernes y la mañana del sábado y dejó un reguero de destrucción en 13 provincias.

Los daños causados por la tormenta ascienden a 18,12 millones de euros, principalmente en carreteras, puentes, hospitales y escuelas.

Reparar los daños

Alrededor de 9.500 viviendas quedaron totalmente destruidas y otras 18.616 fueron parcialmente dañadas.

El presidente filipino, Benigno Aquino, declaró el martes el estado de calamidad nacional y anunció la creación de un fondo especial de 1.170 millones de pesos (26,6 millones de dólares o 20,4 millones de euros).

La ONU llamó el jueves a sus países miembros a donar 28,6 millones de dólares en los próximos tres meses para las víctimas, mientras que la Unión europea (UE) anunció una donación de 3 millones de euros y España otra de 900.000 euros.

Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor del gran número de muertos que causan en el país los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las infraestructuras.

La incontrolada deforestación también favorece las riadas y avalanchas de tierra que son frecuentes durante la estación lluviosa que por lo general comienza en mayo y concluye en noviembre.