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Corea del Norte pasa del aislamiento a la incertidumbre

  • El tipo de política que lleve a cabo Kim Jong-un preocupa en el exterior
  • Los medios oficiales y el partido gobernante, respaldan al sucesor
  • Las relaciones externas y el programa nuclear, principales escollos del país

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Mientras Corea del Norte llora la muerte de su hasta ahora líder, Kim Jong-il, el mundo mira atento hacia su hijo y sucesor, Kim Jong- Un, quien deberá asumir la tarea más inmediata: encauzar al país en el periodo de incertidumbre en el que acaba de sumirse.

Tras confirmarse que será él quien encabece el liderazgo del país, convirtiéndose así en la tercera generación que gobierna en Corea del Norte, su partido, el Partido de los Trabajadores, confirmaba su pleno respaldo a su persona: "El liderazgo de Kim Jong-Un es una garantía para llevar honrosamente la finalidad de la causa revolucionaria... a través de las generaciones".

Sin embargo, y pese a la normalidad que se respira en el país, las alarmas permanecen encendidas: estamos ante un país con un gran desarrollo nuclear y es muy poco lo que se sabe sobre el sucesor, quien mantiene viva la esencia de las dos anteriores generaciones: el más absoluto hermetismo.

Los países más vinculados -para bien o para mal- al régimen siguen con especial precaución los pasos que se están dando. De momento, Corea del Sur ha decretado el estado de alerta en el país, Japón ha convocado una reunión de emergencia este lunes y Rusia, así como aliados que mantienen vivos intereses con Corea del Norte, se han apresurado a subrayar sus relaciones de amistad con el régimen.

Los retos del país

Con un contexto así, el futuro de Corea del Norte plantea un futuro con muchos interrogantes. Aunque eso sí, son varios los analistas que restan importancia a esa situación de incertidumbre por un claro motivo: ya desde el año 2008, cuando Kim Jong-il sufrió una apoplegía, su hijo asumió un importante papel y, sucesivamente, ha ido adquiriendo un notable papel - aunque en la sombra- en el gobierno del país.

"Esta sucesión no debe conducir a una crisis inmediata en la política interna ni en las relaciones exteriores que tenía hasta el momento", analiza Paik Hak- Soon, del instituto Sejong, un "think tank" con sede en Seúl.

De momento, además del respaldo del PT, los medios de comunicación oficiales ya se han lanzado a pedir al pueblo una alianza con su nuevo líder. La agencia oficial de noticias KCNA ha instado a "todos los miembros del partido, a los militares y al pueblo a respetar la autoridad del camarada Kim Jong- Un".

"Todas estas declaraciones demuestran claramente que Kim Jong- Un tiene firmemente el control. Muestra, además, que todos aquellos que dependían en mayor o menor medida de Kim Jong-il ya se han decidido en las últimas 48 horas a apoyar a su sucesor. La era de Kim Jong-Un ya ha comenzado", añade Hak- Soon.

Esta era, según Baek Seung-Joo, del inistituto coreano de análisis militares, lleva ya un tiempo gestándose y se ha coordinado "perfectamente": "Desde hace algún tiempo, tanto los militares como la familia de Kim se han esforzado en confirmar el papel de líder de Kim Jong-Un y no han dudado en reunirse alrededor de él, reafirmando la importancia de su persona".

El joven Kim ha tratado de impulsar en los últimos años un cargo político y militar estratégico y de lo que se trata ahora es de "no participar en un cambio de política drástica ya que la finalidad es la de establecer su autoridad. Va a tratar de compartir el poder para sellar una alianza estratégica con los líderes del ejército sin excluir las luchas por el poder absoluto en el futuro", asegura este analista.

Programa nuclear

El otro punto clave reside en la política exterior que, en cierto modo va a caballo con su controvertido programa nuclear en el que Estados Unidos tiene un evidente interés, lo que ha sellado durante años su estratégica alianza con el Sur.

Antes de la muerte del líder coreano varios pasos dados por el régimen como el anuncio de suspender su programa de enriquecimiento de uranio con fines militares (condición expresa de EE.UU. para reanudar sus negociaciones sobre desarme y ayuda alimentaria) mostraban una posible relajación tras años de tensiones con Washington.

Esta información dio lugar a una intensificación de los contactos diplomáticos entre Pyongyang, Washington y otros países para analizar una posible ranudación de las conversaciones a sesi bandas (Corea del Norte y del Sur, EE.UU., Rusia, China y Japón) sobre la desnuclearización del Norte.

Pero, ¿y ahora? ¿Qué opción eligirá Kim Jong-Un? ¿Seguirá los pasos de su padre? Según Victor Cha, experto en el país consultado por la cadena CNN, la inesperada muerte del líder coreano puede traer "el mayor shock" que ha sacudido la región.

La era posterior a Kim Jong-il ha comenzado y traerá sin duda un cambio a la península coreana

En su opinión, la pregunta más inmediata y la más importante para Washington, seguido de su aliado Seúl, es si el hermético estado de Kim Jong-Il puede sobrevivir a su muerte y completar una transición de poder a su hijo menor, Kim Jong-un. Esto, en su opinión, deja un contexto preocupante: "Una Corea del Norte sumida en la incertidumbre es incluso más peligrosa que la anterior", opina Cha.

Según algunos analistas la muerte de Kim y la transición a un líder joven e inexperto podrían oscurecer las perspectivas de las conversaciones nucleares.

"Abstenerse de inmediato todos aquellos que estén afirmando: " Oh, genial, un tirano se ha ido" asegura Jim Walsh, experto en Corea del Norte."En realidad esta es una mala noticia, porque significa que estamos entrando en una fase más peligrosa de Corea del Norte, Naturalmente, va a ser a la ofensiva. Este joven líder va a tener que demostrar que vale la pena", sentencia.

"Kim Jong-Un... puede sentir la necesidad en el futuro de precipitar una crisis en las relaciones externas para demostrar a sus aliados que está a la altura y esto complicaría aún más las cosas", añade Walsh.

Relaciones internacionales

De otro lado, además, queda el efecto dominó que la situación actual de Cortea del Norte pueda tener en los países vecinos. El presidente estadounidense, Barack Obama, está en estos momentos en estrecho contacto tanto con Corea del Sur como con Japón, dos de las naciones implicadas en las conversaciones a seis bandas.

El otro país clave es China, fiel aliado de Corea del Norte y que muchas veces ha llegado a enfrentarse con EE.UU.: "La principal preocupación de China es la estabilidad de Corea del Norte y el objetivo chino será el de asegurar que el país se mantiene estable", explica a la agencia Reuters Cai Jian, experto en Corea de la Universidad Funda, en Shanghai.

"Creo que la seguridad se intensificarán en el norte de Corea, y en China también es probable que se refuerce la seguridad en la frontera. Si la muerte de Kim conduce al caos, podríamos ver un flujo de refugiados a través de la frontera china", explica.

"La era posterior a Kim Jong-il ha comenzado y traerá sin duda un cambio a la península coreana", considera el profesor Zhu Feng, un especialista en seguridad regional de la Universidad de Pekín.

"Por lo tanto, en estas circunstancias, la cooperación regional entre China y Estados Unidos, así como con Japón, Corea del Sur y Rusia, se convertirá en aún más importante incluso que antes", concluye.