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El genoma de la araña roja, clave para controlar sus plagas

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

La araña roja es minúscula. Mide medio milímetro, pero es la pesadilla de los cultivos. El año pasado científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas presentaron su genoma y ahora publican en la revista Nature sus conclusiones y hacia dónde se dirigen las investigaciones contra esta plaga en un futuro.

La araña roja en realidad es un ácaro y su nombre científico es Tetranychus urticae. Vive en zonas tropicales y subtropicales. A simple vista se percibe como un puntito rojo en los tallos o sobre las hojas o en el envés, junto a sus telarañas.

En el ámbito comercial provoca pérdidas económicas. Ataca a más de 150 cultivos de gran importancia, como el tomate, el pepino, el pimiento, la fresa, el manzano, el peral, el maíz o la soja.

La araña roja es muy versátil y puede alimentarse de una gran variedad de plantas. Cada una de las plantas tiene un mecanismo de defensa distinto, aunque en la mayoría de las ocasiones se trata de toxinas.

La araña tiene una gran variedad de genes que le permiten eliminar toxinas

Las plantas contienen una serie de productos tóxicos para la araña, pero esta es inmune. Los científicos del CSIC han concluido tras analizar su material genético que la araña tiene una gran diversidad de genes que le permiten eliminar una amplísima variedad de toxinas de origen vegetal.

Con esta nueva información los científicos pueden afinar más en el desarrollo nuevas estrategias para controlar las plagas. Desde la tradicional mejora genética basada en hacer cruces entre distintas variedades de una misma planta para luego seleccionar los ejemplares que tengan las características deseadas, hasta el uso de biotecnología para este mismo objetivo.

Se podría por ejemplo crear un transgénico resistente a la araña que no necesitara además ningún pesticida para su cultivo. Serían alimentos completamente libres de plaguicidas.

Las posibilidades del uso del genoma de la araña roja va más allá de la agricultura. La seda que produce este ácaro tiene unas propiedades comparables a las de la seda de araña, uno de los materiales los expertos tratan de reproducir en laboratorios. Es un material ligero, resistente, elástico y biodegradable, con gran potencial para desarrollar nuevos materiales inteligentes con aplicaciones en medicina y en tecnología.

CIENCIA AL CUBO

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