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Biden viaja por sorpresa a Irak antes de la retirada completa de las tropas de EE.UU.

  • El vicepresidente marcará con las tropas de EE.UU. el fin de la misión
  • Los 14.500 soldados que quedan se marcharán antes de fin de año

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El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llegado a Bagdad este martes en una visita sorpresa que marca el fin de la presencia de Estados Unidos en Irak,  que se materializará a finales de año con la salida de los últimos soldados de EE.UU.

El viaje de Biden refleja el cumplimiento del compromiso clave del presidente de Estados UnidoS, Barack Obama durante la campaña para la reelección de 2012 de marcharse del país asiático, donde su país ha estado implicado en una impopular guerra en un momento en que las preocupaciones de los estadounidenses se centran en la crisis económica.

Para marcar la culminación de la retirada, Biden se dirigirá a los soldados estadounidenses en una ceremonia para "conmemorar los sacrificios y los logros de las tropas iraquíes y estadounidenses", ha declarado un alto cargo de la Casa Blanca.

Está previsto que Biden se reúna también con altos cargos iraquíes,  entre ellos el presidente, Yalal Talabani, y el primer ministro, Nuri al Maliki, para estudiar los detalles de la retirada militar y el futuro de los lazos entre ambos países.

"Durante cerca de tres años en el poder, la Administración ha cumplido sus compromisos respecto a Irak", ha declarado la fuente de la Casa Blanca que viajaba con Biden.

Cerca de 4.500 soldados estadounidenses han fallecido desde que el expresidente George W. Bush ordenó invadir el país hace más de ocho años y medio basándose en que el régimen de Sadam Huseín tenía unas armas de destrucción masiva que nunca existieron.

EE.UU. ha llegado a tener 170.000 soldados en Irak durante la ofensiva de 2007, de los que permanecen 14.500, que se irán casi en su totalidad de aquí al 31 de diciembre.

Obama decidió retirarlos a todos tras no llegar a un acuerdo con Bagdad sobre la inmunidad de los soldados que podrían quedarse más allá de 2012 para entrenar a las fuerzas iraquíes.

Más atentados

La violencia en Irak ha caído dramáticamente comparada con los días más sangrientos de la guerra civil entre 2006 y 2007,  pero el país sigue siendo inestable, como demuestran ataques como el del pasado lunes, cuando un misil cayó en el aparcamiento del parlamento iraquí, en plena Zona Verde de Bagdad.

Este y otros ataques mortales en los últimos días han hecho que Obaam sea criticado por no luchar más para llegar a un acuerdo con las autoridades iraquíes y lograr que se queden algunas tropas estadounidenses para mantener la estabilidad.

Los conflictos sectarios entre suníes, chiíes y kurdos han limitado el progreso político y el crecimiento económico y los conservadores en estados Unidos temen que la retirada completa permita a Irán reforzar su influencia sobre los líderes chiíes de Irak, que ya es importante.

El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, encabeza una coalición que se opone de forma vehemente a la presencia de tropas extranjeras y aunque apoyaba la presencia de tropas de EE.UU. más allá de 2012 se negaba a darles ningún tipo de inmunidad, algo inaceptable para Washington.

Maliki 'devolverá' la visita a Estados Unidos el próximo 12 de diciembre,  cuando se reunirá con Obama en la Casa Blanca.