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Decenas de miles de italianos piden a Berlusconi que "se vaya a casa"

  • En el acto se evitaron los referentes a los partidos políticos
  • Consideran que Berlusconi es incapaz de sacar al país del estancamiento
  • Berlusconi buscará nuevos aliados para no dimitir

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Italia está en el punto de mira de la Unión Europea

Decenas de miles de italianos han participado en Roma de la concentración convocada por el opositor Partido Demócrata (PD) para pedir la dimisión del presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, y comenzar así a "reconstruir" el país.

El PD lleva meses pidiendo a Berlusconi que dimita por que considera que no tiene la mayoría y que es incapaz de sacar al país del estancamiento, lo que este sábado reiteró con un masivo acto en la Plaza de San Juan de Letrán.

Bajo el lema: "Reconstrucción, en nombre del pueblo italiano", decenas de miles de italianos procedentes de todas las partes del país llegaron a Roma para participar en la concentración en la que se eliminaron todas los referentes a los partidos políticos para privilegiar los colores rojo, verde y blanco de la bandera de Italia.

En la concentración participaron también los partidos opositores Italia de los Valores (IDV), Sinistra, Ecología y Libertad (SEL) y el mayor sindicato del país CGIL.

En la plaza sobre todo se sintió la indignación de los italianos por la declaración de Berlusconi en la cumbre del G20, cuando dijo que en Italia no se sufre la crisis porque "los restaurantes están llenos, es difícil conseguir un sitio en los aviones y los hoteles están completos durante los días festivos".

"Vergüenza" y "Vete a casa", fueron los principales gritos de los manifestantes cuando los organizadores emitieron en una de las pantallas gigantes esas declaración de Berlusconi.

"Al restaurante voy, si, pero para lavar los platos", se leía en una de las pancartas exhibidas durante el acto, en el que predominaban las que se invitaba a Berlusconi a "marcharse a casa".

La concentración también sirvió al PD a lanzar sus promesas en caso de elecciones anticipadas, pues durante su mitin, el líder opositor Pier Luigi Bersani prometió que su partido devolverá a Italia "donde tiene que estar", y recuperará "su dignidad".

"El euro no es la enfermedad sino la medicina, con la condición de que Europa no sea la de la derecha de (Ángela) Merkel y (Nicolas) Sarkozy", afirmó Bersani.

Pero primero, continuó el líder del PD, "hay que hacer una cosa: mandar a casa a Berlusconi. O se va solo o lo mandamos nosotros en el Parlamento o con elecciones, pero se tiene que ir ya".

Para ello, Bersani lanzó la idea de un pacto de Gobierno entre los partidos progresistas y moderados para "una legislatura de reconstrucción y para apoyar el renacer de Italia".

"La manifestación ha sido un éxito. La Plaza esta llena, así como todas las calles adyacentes. Con su presencia se expresa la exigencia de un cambio, Las imágenes de esta plaza son por si mismas un claro mensaje político", dijo uno de los responsables de la organización del PD, Nico Stumpo.

"Es un error reiterar que Italia no está en crisis. Entiendo que viviendo entre el Palacio Grazioli y Arcore, Berlusconi sepa poco de lo que pasa en la calle. Le recomiendo que se vaya a dar una vuelta...", dijo la secretaria general de CGIL, Susanna Camusso.

Berlusconi reitera que no dimitirá

Mientras, Berlusconi ha afirmado en un comunicado que no tiene alguna intención de dimitir y que continuará su "batalla".

"Corren chismes y cotilleos sobre la dimisión del Gobierno, pero siento desilusionar a los nostálgicos de la Primera República (como se conoce la etapa entre 1946 a 1994), donde los Gobiernos duraban once meses, pero la responsabilidad ante mis electores y ante el país me imponen a mi y a mi Gobierno a continuar esta batalla por el civismo que estamos realizando en este difícil momento de crisis", se lee en la nota.

Según los medios de comunicación, el secretario del partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), Angelino Alfano; el coordinador nacional, Denis Verdini, y el subsecretario de la Presidencia del Gobierno, Gianni Letta, acudieron la pasada noche la residencia romana de Berlusconi para informarle de que los diputados de la coalición gubernamental se han reducido a 306 y por tanto que no tiene la mayoría.

Berlusconi, según la prensa italiana, ha pedido 72 horas para comprobar si tiene todavía los "números" para seguir gobernando y en caso negativo buscar nuevos aliados ante el importante voto del martes, cuando se tendrá que aprobar un documento sobre las cuentas del Estado de 2010.