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La estadounidense Knox, absuelta en Italia por el asesinato de una compañera de 'Erasmus'

  • Su novio en aquella época, el italiano Raffaele Sollecito, también absuelto
  • Amanda Knox estaba acusada del asesinato de su compañera de piso
  • Knox ha abandonado la cárcel en un mercedes negro, con rumbo desconocido
  • Meredith Kercher fue violada y apuñalada en Perugia

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Absuelta en Italia la estudiante de EE.UU. acusada de asesinato

El Tribunal de Apelación de Perugia, en el centro de Italia, ha absuelto a la estadounidense Amanda Knox, de 24 años, por el asesinato en noviembre de 2007 de la joven británica Meredith Kercher, estudiante del programa de intercambio universitario "Erasmus". Knox ya ha abandonado la cárcel, en un mercedes negro, con rumbo desconocido, según informa la agencia France Press.

Tras una última vista del proceso en segundo grado y cerca de diez horas de deliberación a puerta cerrada, la Corte ha dispuesto además la absolución del italiano Raffaele Sollecito, compañero sentimental de Knox en la época, por no "existir" los hechos que a ambos se les imputaban.

El Tribunal ha ordenado su puesta inmediata en libertad, tras pasar cuatro años en prisión por un crimen que ellos siempre han negado haber cometido. A su salida del Palacio de Justicia han sido abucheados por una multitud que gritaba "vergüenza, vergüenza".

La sentencia de cárcel de 26 años contra Amanda y de 25 contra Sollecito de diciembre de 2009 ha quedado así anulada, después de que investigadores forenses independientes criticaran duramente las pruebas de la policía científica por no ser fiables.

En un discurso interrumpido por las lágrimas, la joven de Seattle defendió su inocencia esta mañana antes de que el Tribunal de Perugia se retirase a deliberar.

"Yo he perdido a una amiga, de la manera más brutal e inexplicable posible. He tenido que afrontar acusaciones injustas, sin fundamento y estoy pagando con mi vida", declaró Amanda con la voz rota por la emoción.

Cerca de 400 personas entre periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos, llegados sobre todo desde Estados Unidos y el Reino Unido, se han acreditado para asistir a la última fase de este juicio.

Las claves del caso

La semana pasada, la Fiscalía solicitó cadena perpetua tanto para la joven estadounidense como para el que era su novio en el momento de los hechos. Los fiscales ratificaron así la misma solicitud de condena que la Fiscalía de Perugia había formulado en primera instancia, en la que Knox y Sollecito fueron condenados en diciembre de 2009 a 26 y 25 años de prisión, respectivamente.

La diferencia entre las penas de ambos jóvenes se debe a que sobre Knox pesaba además la acusación de calumnias a Patrick Lumumba, un músico congoleño a quien la estadounidense implicó en los hechos y que fue investigado, pero que finalmente quedó libre de cargos.

También por este caso, el Tribunal Supremo condenó el pasado diciembre a 16 años de cárcel con una sentencia en firme al marfileño Rudy Guede. Guede fue el primero en ser condenado por la muerte de la británica, tras solicitar un juicio por la vía rápida, decisión que supone un atenuante de la pena y que motivó que su caso se separara del juicio general a Knox y Sollecito, que se celebró de enero a diciembre de 2009.

La Justicia italiana estableció que Knox, Sollecito y Guede son los responsables del asesinato de Meredith Kercher, hallada muerta medio desnuda y apuñalada en el cuello en noviembre de 2007 en la casa de Perugia que compartía con la estadounidense.

La reconstrucción de los hechos realizada por los fiscales y declarada como válida por los jueces que llevaron el proceso en primera instancia establece que la joven británica no quería participar en un "juego sexual", por lo que Guede violó a Meredith, mientras que Knox la apuñaló, al tiempo que Sollecito la sujetaba.

La defensa tanto de Knox como de Sollecito había pedido la total absolución al considerar que no hay móvil, ni pruebas de la presencia de los jóvenes en la escena del crimen, y tampoco arma del delito, pues una última prueba confirmó que no había restos de ADN en el cuchillo del italiano con el que se creía que se había asesinado a Meredith.