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Strauss-Kahn admite ahora que quiso besar a la periodista que le acusa de tratar de violarla

  • Dice que ella le rechazó y que se fue sin problemas
  • La periodista dice que trató luego de forzarla
  • El exdirector del FMI reaparece públicamente este domingo

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El exdirector del FMI, Dominique Strauss-Kahn, en París el pasado 12 de septiembre
El exdirector del FMI, Dominique Strauss-Kahn, en París el pasado 12 de septiembre.

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn ha reconocido a la Policía por primera vez que trató de besar sin éxito a la periodista Tristane Banon durante su encuentro en 2002, según ha adelantado el rotativo L'Express.

En un interrogatorio producido el pasado 12 de septiembre por la Policía judicial de París tras la denuncia de Banon de que fue violada, Strauss- Kahn ha detallado que trató de besarla pensando que habría consentimiento pero que entonces Banon le rechazó, tras lo cual él no habría insistido y ella se habría marchado con total normalidad.

Esta versión es muy diferente de la de la periodista, que describió una escena mucho más violenta: "Cuando quise salir, me agarró la mano y el brazo, le pedí que me dejara ir, y ahí es donde empezó el forcejeo. Me atrajo hacia sí y acabamos en el suelo".

La joven también habló de "los sórdidos detalles de sus dedos en mi boca, sus manos en mi trasero tras quitarme los pantalones y el sujetador debajo de mi cuello".

Lo más sorprendente es que esta nueva versión de Strauss- Kahn difiere también de la avanzada en el libro de su biógrafo oficial, el periodista Michel Taubmann.

En La verdadera novela de Dominique Strauss-Kahn Taubman, escribe: "Cuando pronuncio el nombre de Tristame Banon, el tono se vuelve más grave y Strauss-Kahn niega por completo la historia de la joven escritora y declara en resumen: "¡Esto es completamente falso! La escena que describe es imaginaria.¿Usted me ve a mí tirando al suelo a una mujer con violencia y hacer lo que dice? (...)".

Lo cierto es que sobre estas contradicciones podrá hablar por primera vez el político francés el próximo domingo, cuando reaparece en el telediario de máxima audiencia de un canal de televisión de su país.

Reaparición televisiva

La cadena que se ha hecho con la exclusiva ha sido TF1, que le ha reservado el telediario de las 20.00 horas y le ha anunciado como invitado especial de la emisión.

El político y economista francés responderá en directo a las preguntas de Claire Chazal, presentadora que puede ser la razón por la que haya aceptado esta comparecencia, debido a la amistad que según algunos medios le une a su mujer, la experiodista Anne Sinclair.

El día y formato elegido para que se explicara públicamente ha sido objeto de especulación desde que un juez neoyorquino le liberara a finales de agosto de los cargos penales por abusos sexuales e intento de violación que había en su contra tras una denuncia presentada por una empleada de un hotel de Nueva York.

El vespertino Le Monde adelantó a principios de mes que la intención de Strauss-Kahn es "reconstruir una relación con la opinión pública que permita considerar que puede ser todavía útil al país", si bien sus abogados le han recomendado que no de detalles de lo que sucedió en ese establecimiento neoyorquino.

Hasta la fecha, y pese a la guardia realizada por los periodistas a la entrada de su apartamento en la exclusiva plaza parisina de Les Vosges, sus únicas declaraciones se remontan al pasado 23 de agosto en Nueva York, cuando expresó su alivio por la finalización del proceso penal, y su deseo de regresar a Francia.

"Es el fin de una prueba terrible e injusta (...). Me expresaré más ampliamente cuando esté de vuelta en Francia", dijo entonces el economista francés.

La estima de los franceses ha cambiado desde entonces y los últimos sondeos, de finales de agosto, apuntan que la mitad de los ciudadanos encuestados no quiere que "participe en el debate político en los próximos meses".

Entre sus antiguos compañeros de fila, la cautela con la que esperaron el desarrollo del proceso judicial ha dado lugar a una distancia más o menos velada, como la de la primera secretaria, Martine Aubry, que ha asegurado pensar "lo mismo que muchas mujeres sobre la actitud de Strauss-Kahn respecto a las mujeres".