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¿Y si el 11-S no fue realmente para tanto?

  • 10 años después se abre el interrogante de si el 11-S marcó la década
  • Washington siente un agravio comparativo por la atención sobre Nueva York
  • Consulta nuestro especial multimedia sobre los atentados del 11-S

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La crisis, no el terrorismo, es ahora la gran preocupación en Estados Unidos

En Washington cada vez más gente tiene la sensación de que, al desplomarse, las torres gemelas sepultaron también el ataque al Pentágono y el cuarto avión que cayó en Pennsylvania tras la heroíca resistencia de sus pasajeros.

Diez años después, el 11-S es un tema de Nueva York y la Zona Cero (ahora rebautizada World Trade Center, a ver si es verdad) y los otros dos ataques han sido sistemáticamente eclipsados por las Torres Gemelas, según describe Marc Fisher en el Washington Post.

Hay muchos factores que explican ese agravio comparativo. El más obvio son las cifras: 2.753 muertos en NY, 184 en Washington, 40 en Shanksville.

Otras historias

Pero más allá de eso, los familiares de las víctimas de Washington y Pennsylvania creen que sus muertos no han despertado la misma empatía que los de Nueva York porque apenas hay imágenes de aquellos ataques que, poco a poco, han ido desapareciendo de los medios.

Y eso a pesar de la increíble historia de los pasajeros del United 93, que con su valentía y sacrificio probablemente evitaron el catastrófico choque contra la Casa Blanca o el Capitolio.

En el caso del Pentágono, Fisher cree que desde el principio se asumió incorrectamente que esas víctimas eran básicamente militares de servicio, no inocentes oficinistas.

Sin embargo, aunque la mayoría vivía en Washington, eran funcionarios de 22 estados e incluso 2 países.

Entre los 59 pasajeros del avión viajaba un grupo de niños y sus profesores en un ilusionante vuelo a California patrocinado por el National Geographic, “pero esos datos nunca salen en los documentales, los libros y los programas sobre el 11-S” se queja el Washington Post.

En la edición conmemorativa del décimo aniversario de la revista Life, el ataque al Pentágono ocupa apenas 5 de 208 páginas.

Todo esto tiene que ver también con la naturaleza opuesta de los 2 edificios. Las Torres Gemelas eran el brillante paradigma de una ciudad que se siente el centro del mundo. Y quizá por eso, el debate sobre cómo tenía que ser el monumento a las víctimas se eternizó, y a la reconstrucción todavía le queda.

El Pentágono, en cambio, es una fortaleza llena de secretismo que huye de los focos. El memorial a sus víctimas se decidió muy deprisa y en un año ya no quedaba rastro de la herida abierta por el impacto del vuelo 77 de American Airlines.

¿Fue tan importante?

Mientras EE.UU. pasa por fin la página del duelo, en medio de la hipercobertura mediática de estos días, se abre paso otro debate interesante que plantea David Rothkopf en Foreign Policy: ¿Qué ha sido más importante que el 11-S en esta década?

“Muchas cosas”, defiende Rothkopf en su artículo.

Sugiere 10 hechos, empezando por la reacción de EE.UU. a esos ataques “mucho más grande en dimensión, víctimas y consecuencias que los hechos que la justificaron” . También la profunda división ideológica que dejó en el país la llamada "guerra contra el terror" de la administración Bush.

Y éstos otros: La invención y desarrollo de las redes sociales en internet, la crisis financiera del 2008 y la posterior crisis económica mundial, no haber combatido aún y seriamente el calentamiento global o el imparable ascenso de China y otras economías emergentes como Brasil.

No se trata de subestimar la trascendencia del 11-S pero “para ajustar los hechos a la historia, es importante calibrar bien lo que esos ataques fueron y también lo que no fueron”, dice Rothkopf.

Quizá el 11-S no fue lo más importante de esta pasada década, pero sí es de lo que más imágenes tenemos.