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Los buzos rusos concluyen la revisión del barco hundido en el Volga

  • Se han recuperado 113 cadáveres y 112 han sido identificados
  • Entre los fallecidos hay 28 niños y dos siguen desaparecidos

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El Ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia ha informado este viernes de que los buzos han finalizado la inspección del "Bulgaria", que naufragó el pasado domingo en el río Volga con 208 personas a bordo, de las cuales solo 79 han podido ser rescatadas con vida.

"Los buzos revisaron todos los compartimentos del barco y firmaron el acta de entrega al contratista que llevará a cabo los trabajos para reflotarlo", ha explicado un portavoz ministerial citado por la agencia Interfax.

Las búsquedas seguirán

Sin embargo, ha aclarado que los buzos continuarán la labor de búsqueda de víctimas en el fondo del río, en la inmediaciones del lugar donde naufragó el "Bulgaria", el accidente fluvial más grave acaecido en Rusia en casi 30 años.

Además, equipos de rescate y voluntarios rastrean los islotes que existen en la zona donde se hundió el "Bulgaria", un barco de recreo de doble cubierta construido en Checoslovaquia en 1955.

El Servicio Forense de Tatarstán, la república rusa donde se produjo la tragedia, ha informado de que hasta hoy de los 113 cadáveres recuperados 112 han sido identificados y 96 ya han sido entregados a sus familiares para que les den sepultura.

Entre los fallecidos hay 28 niños y otros dos figuran en la lista de 16 personas desaparecidas.

La víspera, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha exigido  mano dura en la investigación del naufragio.

Responsabilidad

"¿Cómo pudo ocurrir que una compañía, que carecía de licencia para actividades turísticas y para operar barcos, fuera capaz de hacerlo? ¿Cómo es que se vendían billetes en el puerto? ¿Quién lo permitió?", se ha preguntado Putin durante una visita a Tatarstán, adonde ha viajado a rendir tributo a las víctimas de la tragedia.

El primer ministro ha exigido que se redoble el control sobre el cumplimiento de las reglas que rigen la gestión y la operación de barcos en los cursos fluviales, y se endurezcan las penas para los que las infringen.

"Tantas víctimas, tantos niños murieron. Es horrible que debamos pagar dicho tributo por la desvergüenza, la falta de celo, la codicia y la burda violación de las reglas de seguridad técnica", ha apuntado.