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La Justicia chilena investigará si el poeta Pablo Neruda fue asesinado

  • El Partido Comunista cree que fue envenenado por agentes del régimen
  • Neruda murió oficialmente a causa de un cáncer en una clínica chilena en 1973
  • Los querellantes piden al juez que exhume su cadáver como hizo con Allende

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La Justicia chilena investigará si el Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda fue asesinado y no murió realmente a causa de un cáncer en una clínica privada de Santiago de Chile el 23 de septiembre de 1973.

El juez Mario Carroza ha abierto el proceso tras recibir una denuncia del Partido Comunista, que cita a testigos que ponen en duda que el poeta chileno muriese realmente de cáncer y que apuntan a que habría recibido inyecciones letales del régimen de Augusto Pinochet.

El juez, que también investiga la muerte del expresidente chileno Salvador Allende, ha recibido una petición de los querellantes para que exhume los retos del poeta tal como lo hizo en el caso de Allende, para que luego se someta a peritajes por expertos que aclaren las condiciones de su muerte.

Según el relato oficial de los hechos, aceptado por la familia de Neruda, el literato falleció en la clínica Santa María, de Santiago, debido a un avanzado cáncer de próstata el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado que derrocó a su amigo el presidente Allende.

El testimonio del chófer

Sin embargo, Manuel Araya, chófer y asistente personal de Neruda, declaró recientemente en una entrevista a la revista mexicana Proceso que el poeta murió asesinado por un médico que le puso una inyección y no debido a un empeoramiento del cáncer que padecía.

En la querella se afirma que Araya es una "persona cuya declaración es esencial para el establecimiento de los hechos", por lo que se le requiere para que a la brevedad ponga a disposición del tribunal todos los antecedentes de los que disponga.

Además, el juez ha decidido incautarse de la ficha clínica y los antecedentes relacionados con el ingreso de Neruda en la Clínica Santa María, y la ficha médica con los exámenes de control que el poeta se practicó en 1973 en la Clínica Alemana de Santiago.

También ha solicitado al Registro Civil que entregue los documentos que disponga relacionados con la inscripción de la defunción del literato, en especial el certificado médico.

El juez ha ordenado, además, a la Policía de Investigaciones que indagué todo lo referente al caso.

Preparado para el exilio

El abogado Eduardo Contreras, quien entregó la querella junto al presidente del PC, el diputado Guillermo Teillier, consideró el martes al presentar la acción judicial que existe una "duda legítima" sobre la muerte de Neruda que justifica "ética, moral y judicialmente" la presentación de la misma.

Al testimonio del asistente personal del poeta, dijo Contreras, se suma el del entonces embajador de México, Gonzalo Martínez Corbalá, quien afirma que estuvo junto a Neruda el día antes de su muerte.

Según el letrado, el diplomático mexicano sostiene que Neruda "podía conversar tranquilamente" y caminaba sin problemas por la habitación de la clínica mientras preparaba su salida al exilio en México.

El letrado consideró que la posibilidad de que el premio Nobel de Literatura 1971 fuera asesinado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) tiene base porque "en el exilio hubiera sido algo muy difícil" para el régimen.