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Obama: EE.UU. y Europa aún siguen liderando el mundo pese al avance emergente

  • El presidente de EE.UU. rechaza la idea del declive de Occidente
  • Cree que las revueltas árabes podrían tardar años en triunfar
  • Recuerda ante el Parlamento británico que su padre nació en una colonia

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Obama: EE.UU. y Europa siguen liderando el mundo

"El hijo de alguien nacido en una antigua colonia británica está enfrente de vosotros como presidente de Estados Unidos". Con estas palabras Barack Obama, el primer presidente de Estados Unidos que hablaba en el mítico Westminster Hall de Londres, recibía un rendido aplauso.

Tras sus 30 minutos de discurso, los asistenes pudieron respirar tranquilos: pese a los gestos dados en su primer tramo de mandato, el inquilino de la Casa Blanca ha vuelto a creer en las relación preferente con Europa en general y-sobre todo- Reino Unido en particular.

"Hay quienes piensan que China, India y Brasil son el futuro y que el tiempo del liderazgo de Estados Unidos y Europa ha pasado. Eso no es cierto", ha declarado de forma solemne Obama, que ha subrayado que la alianza entre su país y Europa "seguirá siendo indispensable" para lograr un mundo más justo, próspero y pacífico.

En una alocución destinada a tranquilizar a los aliados europeos sobre la importancia de la relación en momentos en los que estos países temen quedar de lado ante la creciente importancia que otorga Washington a sus lazos con Asia, el presidente estadounidense ha asegurado que la alianza "sigue siendo el catalizador para las acciones globales".

Por ello, ha indicado, EE.UU. y sus aliados deben mantener su unidad en aspectos como el liderazgo económico, la defensa de los derechos humanos y los valores comunes, y su cooperación en materia de seguridad.

El ejemplo árabe

Para ejemplificar el papel conjunto que Occidente tiene por jugar, Obama ha hablado de lo que está ocurriendo en el mundo árabe y en la necesidad de defender a aquellos que están defendiendo la democracia.

"Creemos no solo en los derechos de las naciones, creemos en los derechos de los ciudadanos. Es por eso por lo que luchamos contra el fascismo y el comunismo y hoy la prueba está en el norte de África y en Oriente Medio", ha defendido en la línea de su discurso de la semana pasada, situando lo que está ocurriendo en la región en el mismo plano que las revoluciones del este de Europa y la lucha contra el apartheid en Sudáfrica.

Con todo, ha reconocido que la historia ha enseñado que la democracia no es fácil de conseguir y que pasarán años antes de que estas revoluciones terminen y que aún entonces les quedará un largo camino por recorrer.

"El poder rara vez se abandona sin luchar, particularmente en lugares donde hay divisiones tribales y divisiones sectarias. También sabemos que el populismo puede tomar giros peligrosos, desde aquellos que usan la democracia para negar los derechos de la minoría como los nacionalismos que dejaron tantas cicatrices en este continente en el siglo XX", ha relatado.

Y para demostrar el apoyo occidental a estos anhelos, "debemos respaldar nuestras palabras con hechos" e invertir en el futuro de estas naciones en transición, ha instado Obama, quien ha propuesto un plan de apoyo político y económico a los países que abracen reformas democráticas, como Egipto o Túnez.

La guerra de Libia

"Procederemos con humildad, y con el conocimiento de que no podemos dictar los resultados en otros países. Al final, cada pueblo tiene que ganar su libertad, no hay que imponerla desde fuera. Pero podemos y debemos alinearnos con quienes luchan por ella", ha declarado el presidente de EE.UU.

En este contexto también se ha referido a la acción que las potencias occidentales están realizando en Libia, que supone a su juicio la demostración práctica de que ela rgumento de que la soberanía de una nación es más importante que la matanza de civiles en sus fronteras está equivocado.

"Este argumento sirve para algunos -en alusión directa a la opinión que defendieron sobre el asunto países como Rusia o China- pero nosotros somos diferentes, asumimos una mayor responsabilidad", ha asegurado el líder estadounidense, que ha defendido que los aliados pararon "la masacre en Libia".

"No pararemos hasta que el pueblo de Libia está protegido y la sombra de la tiranía levantada", ha remachado.

Defensa de la inmigración

Por último, Obama se ha referido a la propia realidad que estas revueltas están poniendo en evidencia en Europa: la tensión entre la defensa de la libertad y la llegada de inmigrantes.

En este marco, el presidente de EE.UU. ha recordado la tradición tanto de Estados Unidos como de Reino Unido de ser tierra de acogida y ha recordado lo que les hace diferente a otros países.

"Ser americano no es perteencer a un cierto grupo sino un cierto tipo de ideales: el derecho de los individuos, el reino de la ley. Nuestra diversidad puede provocar tensiones, ha habido debates sobre inmigración y asimilación, pero debemos reconocer que eso supone una enorme fortaleza, más aún en un mundo que se hace más pequeño e interconectado", ha defendido en línea de su discurso en la frontera con México y muy alejado del criterio del primer ministro británico, David Cameron, que defiende poner cuotas a la inmigración comunitaria.

Y entonces, en ese momento, ha recordado sus orígenes, que tanta suspicacia han provocado en Reino Unido, ya que el abuelo de Obama fue un luchador por la independencia de Kenia y estuvo detenido en una cárcel británica, donde habría sido maltratado.

"Es posible que hijos de inmigrantes de las antiguas colonias se sienten aqui....Al igual que el hijo de alguien de una antigua colonia esté enfrente de vosotros como presidente de Estados Unidos. Eso es lo que nos define", ha culminado.