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Liberados los dos marineros españoles del 'Vega 5' secuestrados por piratas somalíes

  • Son Juan Alfonso Rey Echeverri y José Alfonso García Barreiro
  • Los piratas aseguran que han cobrado 3,5 millones de euros
  • Han pasado la mayoría de su cautiverio en un barco de bandera italiana

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Liberados los dos marineros gallegos secuestrados por piratas somalíes

Los dos marineros españoles que pertenecían a la tripulación del pesquero "Vega 5" han quedado en libertad este sábado después de 134 días secuestrados por piratas somalíes, según informa Radio Nacional.

Se trata del capitán Juan Alfonso Rey Echeverri y el contramaestre José Alfonso García Barreiro, naturales de Muros y Pontevedra respectivamente.

En estos momentos los dos españoles ya están bajo custodia de Pescamar, filial de Pescanova, que ha pedido prudencia y tranquilidad a la espera de que los marineros puedan volver a casa.

Según informa Europa Press, la familia del capitán, Alfonso Rey Echeverri, ya ha recibido de fuentes gubernamentales la noticia de la liberación, pero aún no han podido hablar con él y desconocen cuándo llegará a España.

Claro que estamos contentos pero aún no sabemos cuando llega

"En primer lugar, gracias, pero no voy a hacer ningún otro tipo de declaración", ha dicho la esposa del patrón del barco. "Claro que estamos contentos, pero aún no sabemos cuándo llega", ha añadido antes de solicitar que la línea telefónica quedase libre porque estaban recibiendo varias llamadas.

Los piratas aseguran que han cobrado 3,5 millones de euros

Los piratas somalíes aseguran que han cobrado 3,5 millones de euros como rescate de los marineros españoles.

"Hemos recibido a primera hora de esta mañana un rescate de cinco millones de dólares a cambio de los dos españoles", ha indicado un pirata que se ha identificado como Adam. Tras recibir el dinero "por vía aérea", los dos españoles "se marcharon en un pequeño barco", ha explicado.

El portavoz de los piratas ha asegurado que los dos españoles han pasado la mayor parte de su cautiverio en el interior del carguero de bandera italiana 'Savina Caylyn', también capturado por los piratas, que se encuentra amarrado en el puerto somalí de Hobyo.

134 días de cautiverio

La embaración -de bandera mozambiqueña aunque operada por una empresa participada por Pescanova- fue atacada el 28 de diciembre del 2010.

Aquel día, la tripulación fue obligada a dirigir el barco hacia el norte, en un trayecto de siete días hasta su llegada a la costa de Somalia el pasado 4 de enero.

Fue fondeado frente al puerto de Haradheere, lugar que los piratas somalíes utilizan como base habitual durante el periodo que dura la negociación del rescate.

Desde ese día se perdió el contacto con el barco hasta el 31 de diciembre, cuando fue avistado a unas 200 millas al suroeste de las Islas Comoras, en dirección norte, cerca de la costa de Mozambique.

Liberación del pesquero

El pasado mes de marzo la Marina india liberó al pesquero y a 13 de sus 24 tripulantes. Tras el combate detuvo a 61 piratas somalíes, pero los dos marineros españoles no se encontraban a bordo porque fueron trasladados a tierra.

Tras la liberación del buque, la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, anunció que los dos españoles se encontraban "bien" y que el Ejecutivo estaba gestionando esta crisis "con discreción".

El pasado 26 de abril la agencia Reuters distribuyó varias fotografías de los dos marineros españoles en una zona boscosa sin identficar en la que aparecieron en aparente buen estado. La agencia no precisó cómo recibió las imágenes, en las que se ve a Alfonso Rey Echeverri y José Alfonso García rodeados de varios hombres armados, uno de los cuales les apuntaba con un arma.

El Ejecutivo español no calificó como secuestro hasta el 7 de enero la situación del barco. Fue el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, quien por primera vez definió como "secuestro" la situación de los dos españoles. Hasta ese día, el Gobierno se limitó a hablar de "incidente".

Desde un principio, tanto el Gobierno, como la empresa armadora y las familias de los marineros han guardado silencio sobre las posibles negociaciones, con el objetivo de no perjudicarlas.