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Un vigilante desmiente al yerno de los Tous y dice que era el jefe de seguridad de los joyeros

  • Lluís Corominas está acusado de matar de un disparo a un ladrón
  • El jueves alegón que actuó como un yerno que sufría por sus suegros
  • El vigilante asegura que el procesado controlaba la seguridad de los Tous

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LA DEFENSA APORTA UN VÍDEO INÉDITO EN LA SEGUNDA JORNADA DEL JUICIO CONTRA EL YERNO DE LOS JOYEROS TOUS
Luís Corominas, yerno de los joyeros Tous, en un momento de la vista.

Un vigilante del chalé de los Tous ha desmentido la versión que el jueves mantuvo Lluís Corominas, yerno de la familia de joyeros y acusado de haber matado de un disparo a un ladrón, al asegurar que el procesado era el responsable de seguridad y quien dictaba las instrucciones en esa materia.

El vigilante, Julio Francisco López, ha declarado este viernes como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra el yerno de los Tous, quien el jueves, en una versión contraria a la que había mantenido durante la instrucción de la causa, aseguró que nunca fue director de seguridad de los joyeros sino que actuó "como un yerno que sufría por la vida de sus suegros".

Tras el guarda, cuyo cargo era el de auxiliar de control de la sala de vigilancia del chalé de los Tous, ha declarado como testigo el excuñado del acusado, quien, contrariamente, ha afirmado que "cree" que Corominas no ejercía de director de seguridad para el matrimonio de joyeros.

Frente a ese testimonio del exfamiliar del acusado, Julio Francisco López ha admitido con claridad que Corominas era el responsable de seguridad de los Tous, "la persona que se ocupaba de todo, desde la protección de su familia hasta otras cuestiones".

De hecho, ha aclarado que cuando entró a trabajar para los Tous fue el propio Corominas quien le dictó las instrucciones sobre lo que debía hacer como auxiliar de control y que, después de a los Mossos d'Esquadra, era a él a quien debía avisar en el caso de sorprender a unos intrusos merodeando por la casa.

Prueba oculta

El testigo fue el que la tarde de los hechos, el 9 de diciembre de 2006, avisó por teléfono a los Mossos d'Esquadra y a Lluís Corominas de la presencia de dos ladrones en la casa de los Tous, conversaciones que fueron grabadas por la única cámara de seguridad de la casa que disponía de audio.

La grabación, que recoge sólo las palabras del vigilante pero no permite escuchar las del acusado, fue aportada el pasado lunes por sorpresa por la defensa, que ha guardado oculta esta prueba durante los cuatro años y medio de instrucción del caso para que el jurado popular fuera el primero en verla.

En su conversación telefónica con Corominas, ha confirmado el vigilante, le avisó de que pensaba que los intrusos iban armados, una conclusión a la que llegó porque le pareció que los ladrones, a los que veía por las cámaras de seguridad, se habían palpado en la axila como si se sujetaran una cartuchera y caminaban con mucha seguridad.

De hecho, el testigo ha explicado que, por la actitud de los intrusos que veía a través de las cámaras de seguridad, temió que no pretendieran perpetrar un robo, sino "hechos más graves, como un secuestro o una extorsión", por lo que se procuró la única arma que tenía a mano, un cuchillo de cocina.

Respecto a la frase "¿Si? Ja, ja qué cabrón, quédate ahí fuera armado y..." que el guarda respondió a Corominas instantes antes de que disparara contra los presuntos asaltantes, Julio López ha precisado que con ese adjetivo se refería a los ladrones, aunque por su acento cubano no llegó a pronunciarlo en plural.

El testimonio del vigilante ha supuesto también un espaldarazo a la defensa de Corominas, cuando ha asegurado que la noche de los hechos se sintió "amenazado, igual que vio amenazado" al acusado.

Testimonio de la viuda

La sesión de este viernes se ha abierto con el testimonio de la viuda del supuesto ladrón, que, pese a las múltiples preguntas de la defensa destinadas a desmentir que tuviera relación estable con la víctima y que ésta tuviera empleo, ha insistido en que su marido trabajaba en Bélgica en una empresa de limpieza y que cuando murió se encontraba en España visitando a un amigo.

La mujer ha roto a llorar al ser preguntada sobre las consecuencias de la muerte de su marido, tras la que, ha afirmado, tanto ella como su hijo de diez años tuvieron que recibir atención psicológica.

"La vida que le arrebataron a mi marido es muy cara. No puedo pedir un precio porque han destrozado mi vida y la de mi hijo, pero al menos que esta indemnización pueda servirnos para vivir económicamente mejor", ha añadido la testigo cuando la defensa la ha emplazado a precisar ante el jurado la cantidad que reclama a Corominas.

En la sesión de este viernes se ha puesto también de manifiesto que los Mossos d'Esquadra tardaron cerca de veinte minutos en acudir al chalé de los Tous, pese a que dos días antes habían estado en la casa por otro intento de robo.

De hecho, el cuñado de Corominas ha explicado que la tarde de los hechos se los encontró perdidos buscando la casa de los Tous y que él mismo les acompañó hasta el lugar, donde el acusado tenía encañonado y tendido en el suelo al segundo ladrón, que sobrevivió a sus disparos.