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El agua del mar de Fukushima registra un nivel de yodo 3.000 veces superior al permitido

  • TEPCO afirma que no hay peligro para las personas
  • El gobierno de Japón pide un control urgente de todas las centrales del país

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La situación en la central de Fukushima sigue aumentando la alarma.

El nivel de yodo radiactivo registrado en las aguas cercanas a Fukushima supera en 3.355 veces los límites permitidos por las autoridades japonesas.

Es lo que ha dicho este miércoles la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, que –en medio del miedo y la desinformación que hay estos días, y no solo en Japón– ha aclarado que, de momento, no existe peligro para las personas.

Y no lo hay, explica la agencia, porque el yodo 131, el que se ha encontrado en el agua, se degrada a la mitad en tan solo 8 días. El peligro de que afecte a la vida marina es más probable, dicen los expertos, a pesar de que no está permitido pescar en las aguas cercanas a la central.

La pescadilla que se muerde la cola

Al parecer, la situación actual en la central nuclear es como la pescadilla que se muerde la cola: hay que enfriar los reactores como sea, pero, cuanto más agua se utiliza, más aumenta la radiactividad.

Círculo vicioso que, obviamente, lleva de cabeza a los trabajadores de la planta nuclear, que están estudiando el modo de evitar que isótopos más longevos del yodo o incluso el plutonio –una de las sustancias más peligrosas del planeta– se filtre al mar.

Pero si el trabajo, así las cosas, ya es difícil para los técnicos de Tokyo Electric Power (TEPCO), ahora se les ha sumado otro inconveniente, que es la alta radiación del agua que inunda varias zonas de Fukushima. Retirarla de allí no es sencillo, así que, para realizar esa tarea, llegarán tres expertos nucleares de la compañía francesa Areva, uno de los mayores grupos de energía atómica del mundo.

Según TEPCO, el agua hallada cerca del reactor 1 pudo haber llegado allí debido al tsunami. Si los análisis muestran que el nivel de radiactividad es seguro, se estudia verterla directamente al mar.

Es precisamente la alta radiactividad del agua, sumada al plutonio encontrado, lo que lleva a la compañía a pensar que puede haber filtraciones en un reactor. Y esa posibilidad es la que ha llevado al Gobierno japonés a reconocer que la situación es "muy seria".

Además, el Gobierno ha explicado que contempla "todas las alternativas" para estabilizar la central y se plantea desplegar una tela especial para evitar la emisión de partículas radiactivas a la atmósfera. También piensa en almacenar el agua contaminada en un buque de manera temporal.

Japón pudo minimizar los riesgos que había en Fukushima

Por otra parte,  ha ordenado un control urgente de todos los reactores nucleares del país para asegurarse de que no tienen averías similares a las encontradas en Fukushima.

Según la agencia Reuters, esta decisión urgente del Ejecutivo japonés se debe a que este miércoles se ha enterado de que tanto las autoridades japonesas como TEPCO han minimizado últimamente los riesgos de las plantas nucleares. La agencia dice haber realizado un estudio que concluye que había un 10% de posibilidades de que un tsunami superase las defensas de la central de Fukushima.

Este jueves, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, hará una breve visita a Tokio para reunirse con el primer ministro japonés, Naoto Kan. Se prevé que Sarkozy –con unos índices de popularidad bajos en su país– aproveche ese encuentro para anunciar más ayuda a Japón.

El presidente de TEPCO, hospitalizado

El presidente de la empresa que opera la planta nuclear de Fukushima ha ingresado en un hospital de Tokio a causa de una elevada presión arterial, según informan este miércoles los medios japoneses. Masataka Shimizu, de 66 años, apenas había aparecido públicamente desde que se desató la crisis nuclear.

TEPCO había informado estos últimos días de que no se encontraba bien desde el día 16, aunque seguía al minuto la crisis y dirigía las tareas que se están llevando a cabo en la central.