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La paralización de la industria japonesa amenaza a la cadena manufacturera global

  • Decenas de factorías están cerradas por los efectos del terremoto y el tsunami
  • El suministro de componentes electrónicos y de automóviles, lo más afectado

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La paralización de gran parte de la industria de Japón por las consecuencias del terremoto y del posterior tsunami en el noreste del país amenaza con afectar a toda la cadena manufacturera global por falta de suministros, lo que ya está elevando, por ejemplo, los precios de los componentes tecnológicos.

Decenas de factorías japonesas permanecen cerradas, muchas de ellas pertenecientes a empresas tan imbricadas en la economía global como Panasonic, Fuji, Nikon, Honda, Toyota, Nissan y Sony. Todas ellas han sufrido acusados descensos en su cotización bursátil estos días.

El regreso a la producción se enfrenta, además, a numerosos retos que pueden llevar meses, como la recuperación de infraestructuras claves, la reparación de los daños o el realojamiento de los trabajadores desplazados.

Los problemas se presentan, sobre todo, en aquellos sectores en los que Japón mantiene una posición dominante, como la producción de componentes electrónicos, automóviles y acero, y ya está afectando a los precios, puesto que la perspectiva de una interrupción prolongada de los suministros ha llevado a las compañías de todo el mundo a buscar proveedores alternativos.

Así, los precios de productos como los chips de memoria NAND, los microprocesadores o las pantallas de cristal líquido (LCD) han vuelto a subir este martes; por ejemplo, las memorias NAND repuntaron este lunes un 20% y este martes ganaban otro 3% más.

Componentes electrónicos

Estas memorias se utilizan en dispositivos como las tabletas iPad 2 y el principal productor mundial es Toshiba, que fabrica un tercio del total que se implantan y cuya factoría en Iwata permanece cerrada por el terremoto, sin fecha prevista de reapertura.

Otro de los principales productores de chips, Texas Instruments, ha anunciado que hasta julio no será capaz de recuperar la plena capacidad de dos plantas afectadas por el terremoto, aunque desviará parte de su producción a otras fábricas.

El fabricante de material fotográfico Canon también mantiene cerradas, al menos durante toda esta semana, tres fábricas que producen equipamiento de oficina y lentes, mientras que Sony ha suspendido sine die la producción en ocho plantas, que fabrican desde baterías de litio a discos Blu-Ray.

De momento, los clientes de estos productos aseguran contar con un inventario de suministros suficiente para afrontar las próximas semanas y señalan que existen posibilidades para sustituir a los proveedores japoneses, aunque inevitablemente eso elevará los precios.

Por ejemplo, Hynix Semiconductor Inc , el segundo fabricante mundial de chips de memoria, señala que dispone de placas de silicio suficientes para dos meses, aunque una interrupción prolongada de los suministros de sus proveedores principales, como Shin-Etsu (que ha conseguido reabrir una fábrica cerca de Tokio pero mantiene otras dos cerradas) podría afectar a su producción.

Automóviles y acero

En el sector de la automoción, Toyota -el principal productor de coches del mundo-, Honda y Nissan tienen cerradas docenas de fábricas y la situación puede afectar a otras plantas fuera del país.

Fuentes de Nissan en Barcelona, donde se encuentra la principal fábrica de la multinacional en España, recalcan que los inventarios de piezas que hay en Europa son suficientes, de momento, para garantizar los procesos de producción, pero que es imposible todavía determinar hasta cuándo durarán. "En estos momentos se está evaluando la situación y el impacto (de la catástrofe) en las plantas europeas", señalaban estas fuentes.

En cambio, la situación parece ser algo mejor de lo previsto en el suministro de acero, ya que en un primer momento se estimó hasta en un 20% la reducción de la producción japonesa.

Sin embargo, la división naviera de la coreana Hyundai, uno de los principales clientes del acero nipón, señala que sólo hay problemas graves en la siderúrgica de Sumitomo, por lo que podrán contar con suministros alternativos, además del stock del que ya disponen y que alcanza para tres o cuatro semanas.

En cambio, Renault-Samsung, que fabrica los Nissan Almera y Sunny, ha advertido de que una interrupción prolongada del suministro de acero japonés, que aporta el 10% de sus componentes, puede afectar a sus ventas en tres semanas.