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La abuela centenaria poeta, éxito de ventas en Japón

  • A sus 99 años, su antología está entre los diez libros más vendidos
  • Toyo Shibata, de 99 años, empezó a escribir a los 92 tras dejar la danza

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Handout photo released by Japanese publisher Asukashinsha shows Japanese poet Shibata smiling in Utsunomiya, north of Tokyo
Una fotografía de la editorial japonesa Asukashinsha muestra a la poeta nipona Toyo Shibata sonriendo en Utsunomiya, al norte de Tokio.

Una sencilla abuela de 99 años y que escribe poesía sobre el amor, los sueños y la esperanza se ha convertido en éxito de ventas en el país del sol naciente. Toyo Shibata ha colocado su primera antología poética, titulada No te frustres demasiado y editada por ella misma, en la lista de los libros más vendidos.

Lo más sorprendente es que esta abuela japonesa, que cumple los 100 años en junio, empezó a escribir a los 92 años. "Estoy viva a esta edad gracias al apoyo de mi familia, mis amigos, mis cuidadores y los médicos y transformo mi gratitud en poesía para decirles 'gracias, estoy realmente feliz'", comenta la anciana japonesa, el país con las mujeres más longevas del mundo.

"Pese a los 98, aún me enamoro. Tengo sueños; uno montar sobre una nube", confiesa Shibata en un poema titulado "Secreto".

Su colección de 42 poemas, que incluyen mensajes como "todo el mundo es igualmente libre para soñar" y "no se esfuerce demasiado," ha sido el libro más popular en las listas de Oricon de las últimas dos semanas y fue uno de los diez más vendidos de 2010, según Touhan, una de las mayores editoriales de Japón.

La semana pasada, con el impulso mediático de un documental programado en televisión en diciembre, el libro alcanzó las 1,5 millones de copias en papel, según la editorial Asukashinsha, en un país, el nipón, en el que la impresión de 10.000 ejemplares se considera como un éxito para los libros de poesía.

La danza por la poesía

Shibata comenzó su viaje literario a los 92 años, cuando ya no pudo continuar con su afición durante décadas por la danza clásica japonesa debido al dolor de españda. Por ello, su hijo Kenichi, de unos 60 años, le recomendó que tratase de escribir poesía.

"Cuando se publicó mi primer poema en un periódico, me puse muy, muy contenta. Les envié otro y también se publicó. Así que seguí escribiendo", comenta la poetisa.

La anciana japonesa anota sus inspiraciones poéticas donde quiera que le sorprendan, tanto si está en la cama o sentada en su casa de los suburbios de Tokio, donde vive sola y donde, generalmente, escribe por la noche.

"Pienso en varias cosas: recuerdos de mi pasado y mi familia, mi vida actual. Me sumerjo en esos recuerdos y escribo de ellos", afirma.

Sus escritos, cuyo estilo la crítica define como 'con los pies en la tierra' y "alegre", han alentado a miles de lectores japoneses y Shibata confía en ser un ejemplo vivo de la superación y el florecimiento tardíos: "Una flor florecida de un árbol de un siglo de antigüedad, y todo gracias a vuestro apoyo".

"Ahora tengo un recuerdo que llevar al más allá y presumir allí ante mi marido y mi madre", concluye.