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Los restos del barco del pirata Barbanegra

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Con su tupida barba negra, su voz atronadora y su actitud salvaje, Barbanegra era el más temido de los piratas del caribe en el siglo XVIII. Los restos de su barco, llamado ‘La Venganza de la Reina Ana’, reposan en el fondo de las aguas de la coste de Carolina del Norte.

Los restos del barco de Barbanegra fueron hallados por unos cazatesoros en 1996, a una milla de la costa de Atlantic Beach. El arqueólogo Mark Wilde Ramsing tomó entonces el testigo y junto a sus colegas del Museo Marítimo de Carolina del Norte en Beaufort excava entre los restos del navío en busca de pistas sobre la vida de Barbanegra.

Y busca algo que confirme que efectivamente fue el barco en el que cometió tantos y tan furiosos asaltos desde el Caribe hasta Pennylvania. Por ahora, creen que ese barco es el de temido pirata porque se encuentra donde se dice que naufragó y porque iba más cargado de armas de lo habitual.

El bloqueo de Charleston

El barco de Barbanegra se hundió tras haber llevado a cabo una de las hazañas piratas más sonadas de todos los tiempos. Fue en 1718. Bloqueó la ciudad de Charleston en Carolina del Sur. Dirigió una flotilla de cuatro barcos hacia la costa de la ciudad. En total 400 filibusteros y 60 cañones amenazaban la urbe.

En una semana asaltaron y saquearon nueve navíos.Capturaron rehenes y robaron dinero. Tras todo este desastre Barbanegra pidió a cambio de dejar en paz a la ciudad y largarse, tan solo un cofre con medicinas.

Barbanegra dejó la ciudad pero el barco encalló en una barrera arenosa de la costa. Uno de los barcos que lo acompañaban lo intentó remolcar pero también quedó encallado. Finalmente Barbanegra reunió a una pequeña tropilla, cogió todas las cosas de valor de los dos barcos y abandonó a los demás.

Huyó a Carolina del Norte, a recibir en perdón real que le habían ofrecido. Eligió esa ciudad porque estaba devastada por la lucha con los indios y la fiebre amarilla.

Allí, en pleno caos, se reorganizó y volvió poco tiempo después a surcar los mares y asaltar barcos, bebiendo ron al que aderezaba con pólvora, y con mechas encendidas en su cabello mientras gritaba al enemigo.

CIENCIA AL CUBO

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