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Nick Clegg considera "extraordinariamente graves" las filtraciones de Wikileaks sobre Irak

  • "Su lectura resulta  acongojante", declaró Clegg en una entrevista con la BBC
  • Se desmarca de la postura oficial de su Gobierno que condena la filtración

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Clegg pide que se investiguen filtraciones Wikileaks

El viceprimer ministro británico, Nick Clegg,  considera "extraordinariamente graves" las revelaciones sobre supuestos asesinatos, torturas y malos tratos en Irak contenidas en los documentos publicados por Wikileaks.

"Podemos lamentar la forma en que se produjeron las filtraciones, pero creo que las acusaciones son muy graves. Su lectura resulta acongojante", declaró Clegg en una entrevista con la BBC.

Preguntado si debería investigarse el papel de las tropas británicas, el líder liberaldemócrata respondió: "Creo que todo lo que parezca indicar que se violaron las reglas básicas de la guerra o que se condenó de alguna forma la tortura es muy grave y debe examinarse".

"La gente querrá saber cuál es nuestra respuesta a unas acusaciones gravísimas, acusaciones de una naturaleza tal que a todo el mundo le resultarán horribles", agregó Clegg.

Sus comentarios contrastan con un comunicado publicado el sábado por el ministerio británico de Defensa en el que se condena la publicación "no autorizada de documentos secretos".

Los cerca de 400.000 documentos publicados el sábado en su portal de internet por Wikileaks indican que los jefes militares estadounidenses decidieron hacer la vista gorda ante las torturas y los malos tratos infligidos a prisioneros iraquíes por las fuerzas de seguridad de ese país durante la ocupación aliada.

Los documentos muestran que cientos de civiles inocentes fueron tiroteados y muertos por militares estadounidenses en las proximidades de los puestos de control después de la invasión del país en 2003. También revelan que los norteamericanos llevaban un registro detallado de las muertes de civiles pese a haberlo negado públicamente antes el Pentágono.

Wikileaks cifra en 109.000 el número total de muertos en Irak, 66.081 de los cuales eran civiles. Según el diario The Guardian, dos de los documentos revelan casos de supuestos abusos de detenidos iraquíes a cargo de militares británicos no identificados.

El relator especial de la ONU contra la tortura, Manfred  Nowakha realizado un llamamiento para que EE.UU. investigue  si sus autoridades tenían conocimiento de los abusos y torturas a  prisioneros por parte de la fuerza de seguridad iraquí. 

La ONG por los Derechos Humanos, Amnistía   Internacional, también ha apelado a que EE.UU. investigue cuantas  autoridades estadounidenses eran conscientes de estas torturas.