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En busca de las ranas perdidas

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Científicos de catorce países buscarán los próximos dos meses ejemplares salvajes de ranas que están consideradas extinguidas. Creen que no todo está perdido y que estos animales podrían aún vivir. El Proyecto se llama 'En busca de las ranas perdidas'.

El equipo está liderado por Robin Moore de la organización Conservación Internacional. Está convencido de que más de 100 tipos de ranitas pueden reaparecer.

Y está tan seguro por experiencia. Hace dos años recorrió las selvas de Ecuador en busca de ejemplares de una rana que se dio por desaparecida hace doce años y la encontró. Y dice que han llegado a sus oídos desde otros lugares del planeta muchas más historias como la suya.

Especies míticas

Entre las ranitas más destacadas que buscará el equipo se encuentran el sapo dorado de Panamá, el símbolo mundial del declive de los anfibios. Seguro que lo conocen. Los machos son naranjas intensos. Parecen hechos de oro.

Otra de las ranas que buscarán es la rana australiana, que es (o era) la única rana conocida capaz de incubar sus huevos en el estómago. Una vez los pone, se los traga y detiene la producción de ácidos para digerir hasta que eclosionan y entonces las pequeñas ranitas salen por la boca de la madre al exterior. Es realmente impresionante.

Hay muchas más ranitas, con características igual de alucinantes que esta y que han desaparecido. Quizá (ojalá) las volvamos a ver gracias a esta gran expedición internacional que acaba de comenzar.

Mayor nivel de amenaza del mundo

Los anfibios son el grupo de vertebrados más amenazados del mundo. Se están extinguiendo porque son muy sensibles al cambio climático y su hábitat está degradado.

Otra de las causas de su declive apareció en la década de los ochenta: es un hongo, el 'Batrachochytrium dendrobatidis', el apodado como hongo asesino de anfibios.

El hongo apareció en Costa Rica, aunque nadie se percató de su presencia y de su importancia hasta diez años más tarde, en la década de los noventa, cuando ya estaba arrasando.

Hasta entonces el hongo solo afectaba a plantas, algas e invertebrados, pero algo sucedió y ahora afecta a la piel de las ranas, precisamente por donde respiran. Mueren en pocos días, asfixiadas. Es responsable de la total extinción de poblaciones y de especies de anfibios en muchos lugares del mundo.