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El principal sospechoso de las filtraciones de Afganistán, trasladado a un calabozo en EE.UU.

  • Se cree que accedió a documentos clasificados gracias a un programa militar
  • Ya estaba acusado de ocho violaciones del Código Criminal de EE.UU.

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El soldado Bradley Manning, del Ejército de Estados Unidos, que supuestamente entregó para su divulgación documentos secretos sobre la guerra en Afganistán, ha sido trasladado a un calabozo de la Infantería de Marina, en Quantico (Virginia), según han informado este viernes fuentes militares.

Un comunicado del Ejército ha precisado que Manning, de 22 años, que cumplía servicio como analista de inteligencia en Irak y en junio pasado fue acusado por ocho violaciones del Código Criminal de EEUU, permanecerá confinado mientras se decide si será sometido a un juicio militar.

En concreto, los cargos de junio se relacionan con la divulgación, por parte de la página de internet Wikileaks, de un vídeo, grabado desde un helicóptero militar estadounidense, de una operación en Irak, en julio de 2007, en la cual resultaron muertos varios civiles.

El Pentágono ha indicado que cree que Manning es responsable, también, de la entrega a Wikileaks de unos 91.000 documentos militares estadounidenses sobre la campaña afgana.

Según ha informado un funcionario del Pentágono, se cree que Manning ingresó en un sistema llamado Red de Encaminamiento del Protocolo Secreto en Internet, que proporciona a los militares, con la debida autorización, acceso a mensajes secretos.

WikiLeaks tiene "las manos manchadas de sangre"

Por otro lado, mientras siguen las investigaciones para esclarecer cómo se filtraron los documentos, las acusaciones entre Estados Unidos y Wikileaks no cesan. El jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de Estados Unidos,  el almirante Mike Mullen, ha acusado a Julian Assange, el fundador de  la iniciativa WikiLeaks,de  "tener las manos manchadas de sangre" de  soldados estadounidenses y de familias afganas a los que podría  haberles costado la vida la difusión de sus filtraciones.

"Assange puede decir lo que quiere acerca del bien que él y su  fuente creen que están haciendo. Pero lo cierto es que en este  momento ya podrían tener las manos manchadas de la sangre de algún  joven soldado estadounidense o de una familia afgana", ha asegurado  Mullen en una entrevista concedida a la cadena CNN.

El pasado domingo la página web WikeLeaks publicó unos 92.000  documentos clasificados sobre la guerra de Afganistán que dibujaba un  panorama bélico mucho más oscuro de lo que se creía y daba cuenta de  cosas como la ayuda de la Inteligencia paquistaní a los talibán o la  existencia de 'escuadrones de la muerte' en el seno del Ejército  estadounidense encargados de ejecutar cabecillas insurgentes.

Pese a que Assange no ha revelado la fuerte de la filtración de  información --que Estados Unidos no ha dicho en ningún momento que no  sea verdad--, todas las sospechas se posan en un joven oficial del  Ejército, Bradley Manning, que ya se encuentra bajo custodia de la  Policía Militar.

"Las consecuencias de estas revelaciopnes en el campo de batalla  son potencialmente (...) peligrosas para nuestras tropas, nuestros  aliados y las fuerzas afganas, y podrían dañar seriamente nuestras  relaciones y reputación en una región del mundo crucial", afirmó esta  semana el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates