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La mayor evacuación de tortugas del mundo por el vertido del Golfo de México

  • Se pretenden evacuar más de 70.000 huevos puestos por unas 800 tortugas
  • El rescate tiene que ser manual para no dañar ni voltear los cascarones
  • La operación es una de las más arriesgadas y delicadas de la historia

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Una cría de tortuga recién nacida intenta llegar al mar
Una cría de tortuga recién nacida intenta llegar al mar

Dentro de diez días, aproximadamente, se recogerán los huevos de unas 800 tortugas marinas en Alabama y el 'panhandle' de Florida, dos de las zonas afectadas por el vertido de petróleo del Golfo de México.

Se trata de una de las operaciones de rescate más delicadas de la historia. Se pretende salvar toda una generación de tortugas de mar porque la marea negra podría causar a sus crías desde infecciones hasta la muerte.

Según los expertos, se estima que se pueden recoger unos 70.000 huevos de los nidos de las tortugas enterrados en la arena de las playas. Una vez recogidos, los nidos se transportarán individualmente en cajas de espuma sintética, para mantener su temperatura, al Centro Espacial Kennedy, donde permanecerán hasta que se complete la incubación y posteriormente se soltarán en el Océano Atlántico, lejos del petróleo.

En circunstancias normales no lo haríamos; hay riesgo mortal

"Hemos considerado varias opciones", reconocía Chuck Underwood, el portavoz de Pesca y Vida salvaje en Estados Unidos. "En circunstancias normales nunca haríamos estos, sabemos que hay riesgo mortal. Pero necesitamos intentarlo", añadió.

La recogida se va a realizar 50 días después de que las tortugas marinas pusieran los huevos, según recoge la revista Nature. Decenas de trabajadores se han desplegado en la costa para marcar los nidos y no cometer errores durante la recogida.

La evacuación será manual, porque los cascarones no se pueden romper y los huevos tienen que estar en la misma posición, sin darles la vuelta, para no afectar a los embriones.

Los conservacionistas están convencidos de que si dejan los nidos donde están, no van a sobrevivir. No sólo porque el petróleo sea dañino, sino porque reduce las posibilidades de vida de las crías que consigan llegar al mar. "No solemos aconsejar el traslado, pero la situación lo exige; salvar alguna de las crías será mejor que perderlas a todas", concluyó Underwood.