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Los madrileños, "muy cabreados", en su segunda día de colas kilómetricas por la huelga de Metro

  • Un día más, autobuses, trenes y taxis han sido las alternativas
  • Los taxistas siguen haciendo el agosto ante la deseperación de los usuarios
  • Los madrileños están hartos de perder "tiempo, dinero y hasta la paciencia"
  • ¿Cómo te está afectando la huelga? Cuéntanoslo

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Hoy los madrileños han madrugado más pero han seguido llegando tarde al trabajo

"¡Qué vergüenza!", "¡no hay derecho!", "¡esto es horrible"!. Pepa se queja, resopla y vuelve a mirar el reloj. Lleva 25 minutos esperando al autobús 202 y se teme que, cuando llegue, esté tan lleno que ni siquiera pueda subirse.

"No entiendo por qué no han respetado los servicios mínimos. A mí, que soy pensionista, me han congelado la pensión y a mi hijo, que es funcionario, le han bajado el sueldo. ¿De qué se quejan?", se pregunta.

Es el tercer día de huelga de metro en Madrid -el segundo sin servicios mínimos- y a los madrileños ya se les nota el cansancio y las largas esperas que llevan a sus espaldas. Con las estaciones de metro cerradas, las alternativas para los que no tienen coche son los autobuses, los trenes o los taxis, pero, en muchas ocasiones, estos medios de transporte también están colapsados.

"Parece que los autobuses también están en huelga porque o no paran, o van muy llenos. Yo me he cansado de esperar y me he venido andando", relata para Rtve.es Pilar, que se ha pegado una buena caminata desde San Bernardo hasta Recoletos. 

Coger un autobús se ha convertido en una misión tan imposible en algunas zonas de Madrid este miércoles, que las decenas de usuarios que esperaban al 10 en la popular Plaza de Cibeles, han recibido su llegada entre aplausos.

Los taxistas trabajan más, pero "peor"

"A mí esta huelga no sólo me está haciendo perder tiempo, sino también dinero. Ayer cogí un taxi que me costó 6 euros y hoy otro de 9",  explica Olga, quien afirma que "los taxistas están haciendo el agosto".

Y lo cierto es que las paradas de taxis en lugares como Atocha o Nuevos Ministerios han estado medio vacías durante toda la mañana, aunque la mayoría de los taxistas coinciden en que el martes se trabajó mejor que hoy, miércoles.

"Ayer sí que trabajamos muy bien y tuvimos más servicios, pero hoy se nota que a la gente la huelga no le ha pillado por sorpresa y esta más organizada. Los usuarios del metro suelen ser gente trabajadora y no pueden coger taxis todos los días", asegura Manuel, quien también afirma que aunque estén trabajando más, también lo están haciendo "peor" por los enormes atascos.

"Ojalá tuviéramos tanto trabajo todos los días", señala Santiago, quien afirma que la crisis económica está afectando mucho a los taxistas. "Pues yo prefiero un día normal y no tener que aguantar los cabreos de los pasajeros porque la gente está muy 'calentita'...", dice bromeando su compañero Paco.

"¿Quién nos va a devolver nuestro tiempo"?

Y los cabreos los hay de todos los colores y, detrás de cada uno, se esconde una pequeña aventura personal. La de Arantxa, la adivinas nada más verla cruzar el concurrido Paseo de la Castellana con un contrabajo de dos metros de largo que abulta más que ella. 

Ha tardado más de una hora en llegar desde Alcalá de Henares hasta la calle Raimundo Fernández Villaverde con el instrumento a cuestas. Un trayecto al que está acostumbrada y que suele hacer en tren. Pero allí se encuentra varada en medio del caos circulatorio de Madrid, sin metro, sin dinero para coger un taxi y sin posibilidad de subirse en el autobús porque con un contrabajo de tales proporciones no le dejan y, "menos un día como hoy en el que la gente se pelea por un mínimo hueco". Al final, decide ir hasta el Auditorio Nacional andando, aunque llegue tarde a su ensayo.

La odisea de Dina también la puedes imaginar cuando la observas apostada en una pared, resguardándose de los 32º grados que calentaban Madrid esta mañana, y con dos muletas.

"He cogido cinco autobuses, dos trenes y, a pesar de tener un esguince en el tobillo he tenido que andar de lo lindo. Esto es para morirse", dice. Se ha recorrido todo Madrid para ir al Hospital de Avenida de América, y luego ha tenido que entregar su baja laboral en las dos empresas para las que trabaja.

A medida que pasaba la mañana, los usuarios han conocido con alegría la noticia de que durante los dos próximos días los trabajadores de Metro de Madrid respetarán los servicios mínimos, aunque seguirán con la huelga. Una medida que complace a muchos madrileños que, respetan el derecho de huelga de los empleados del metro, pero que no resarce a otros de las nefastas consecuencias de estas dos jornadas sin suburbano.

"¿Quién nos va a devolver nuestro tiempo"?, se pregunta Paulina. "Yo ya perdí dinero y mucha paciencia, pero, ¿y mi tiempo?".