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El Vaticano confirma que un obispo noruego dimitió por abusar de un menor en los 90

  • Georg Mueller, obispo de Trondheim, dejó la diócesis a mediados de 2009
  • El caso fue denunciado en enero y el Papa aceptó su dimisión

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El Vaticano ha confirmado que el obispo de Trondheim (Noruega), monseñor Georg Mueller, dimitió el pasado 8 de junio por haber abusado de un menor a principios de los años 90, según ha declarado el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.

Lombardi ha confirmado así las informaciones aparecidas esta mañana en la prensa noruega, que aseguraban que Mueller había presentado su dimisión después de que se descubriera que había abusado de un menor hace 20 años.

"El asunto tiene que ver con un caso de abuso sexual a un menor a principios de los 90 y sobre el que las autoridades eclesiásticas tuvieron conocimiento en enero de 2009", ha explicado el portavoz vaticano, que ha detallado que cuestión fue abordada con rapidez por un intermediario de la Nunciatura de Estocolmo bajo mandato de la Congregación de la Doctrina de la Fe.

"En mayo de 2009 el obispo presentó su dimisión, aceptada oportunamente por el Papa, y abandonó la diócesis en junio. Ha seguido una terapia y no realizará actividades pastorales", ha añadido Lombardi.

Para el portavoz vaticano desde un punto de vista legal "el caso está prescrito" y la víctima "hoy adulta" ha pedido permanecer en el anonimato.

La víctima, que tendría unos 30 años, habría recibido una indemnización de la Iglesia, según el periódico noruego Adresseavisen.

Oleada de casos

Este caso viene a sumar a Noruega al 'mapa' de casos de pederastia en la Iglesia denunciados en las últimas semanas.

En Alemania, la prensa ha sacado a la luz casos de abusos en el coro de Ratisbona cuando fue dirigido por el hermano del Papa. Además, se destaparon casos similares en Holanda y Austria.

Estos casos se suman al escándalo en la Iglesia irlandesa, que ha sido fuertemente golpeada por dos informes demoledores sobre los continuados abusos sufridos durante décadas y, sobre todo, el encubrimiento sistemático de la jerarquía eclesiástica.

Estas sospechas de encubrimiento han sido las que más han perjudicado al Papa, al estar el frente del Congregación de la Doctrina de la Fe -el brazo de la Iglesia que tiene que tratar con este tipo de casos- antes de acceder al cargo.

Por este motivo, el portavoz vaticano Lombardi ha querido destacar la rapidez con la que se ha actuado en este caso, en el que apenas habrían transcurrido meses entre la denuncia y la salida del obispo acusado.