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Los progresistas del Constitucional buscan un voto conservador para cerrar el fallo del Estatut

  • Casas, Pérez Vera, Sala, Gay y Aragón acuerdan un quinto borrador
  • Buscan un apoyo más que podría ser el del vicepresidente Jiménez
  • Vetarían 15 artículos pero dejarían el término "nación" en el preámbulo

Ver también:  Las líneas generales del Estatut  /  Los recursos  /  Cronología

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Los cinco magistrados que forman el llamado "bloque progresista" del Tribunal Constitucional (TC) han alcanzado un acuerdo en torno al quinto borrador de sentencia sobre el Estatut de Cataluña y buscan ahora sumar al menos un voto entre los conservadores que permita notificar la resolución.

Así lo han asegurado a Efe fuentes jurídicas después de que los diarios El Mundo y ABC informen este lunes de que el texto cuenta ya con el apoyo de seis de los diez magistrados que componen el pleno -otro, Pablo Pérez Tremps, fue recusado; y uno más, Roberto García Calvo, falleció-, lo que haría posible sacar adelante la sentencia en el plazo de pocas semanas.

Las fuentes consultadas, sin embargo, no son tan optimistas, y aseguran que el sexto voto -que podría ser el del vicepresidente del TC, Guillermo Jiménez- no está asegurado, que los debates informales entre los magistrados continuarán después de las vacaciones de Semana Santa y que ni siquiera el acuerdo entre los llamados progresistas puede considerarse definitivo.

Añaden que el consenso se ha suscitado en torno a un texto que aplica la "reiterada y abundante" jurisprudencia constitucional para salvar el preámbulo del Estatut -que recoge la definición de Cataluña como nación hecha por el Parlamento autonómico-, al estimar que no tiene valor jurídico, pero que no extiende automáticamente ese aval al articulado referido a los "símbolos nacionales".

Una quincena de artículos nulos

Además, el proyecto de resolución -que según las fuentes será sometido a la consideración del pleno el mes que viene- declara nulos una quincena de preceptos de los más de cien recurridos por el PP, entre ellos varios de los que tratan del Poder Judicial en Cataluña, y condiciona la validación de otros tantos a su interpretación.

Los cinco apoyos con los que hoy cuenta el nuevo borrador son los de la presidenta del tribunal, María Emilia Casas, la ponente de la sentencia, Elisa Pérez Vera, y los magistrados Pascual Sala, Eugenio Gay y Manuel Aragón.

Los cuatro primeros ya habían alcanzado a finales del pasado mes de noviembre un acuerdo en torno al cuarto proyecto de sentencia, que fue sometido a varias votaciones "prospectivas" que sólo sirvieron para constatar que el texto no reunía aún los respaldos necesarios para convertirse en la resolución definitiva.

El último en unirse, Manuel Aragón

Tras devolver el borrador a los letrados del Constitucional con indicaciones para que introdujeran distintos cambios, ese bloque ha conseguido sumar a sus tesis a Manuel Aragón, teóricamente encuadrado en el sector progresista pero que a menudo se ha desmarcado del mismo y se ha alineado con los conservadores.

Dada la composición del pleno, cinco apoyos serían suficientes para aprobar la sentencia, pero sólo si Casas hace uso del voto de calidad como presidenta, algo que ha tratado de evitar a lo largo de todo su mandato y que, según las mismas fuentes, no se plantea en un asunto de tanto calado como el del Estatut y menos dada su "interinidad".

Y es que el mandato de Casas, como los de Jiménez y los también conservadores Vicente Conde y Jorge Rodríguez Zapata, cumplió en diciembre de 2007, fecha desde la que el Senado tiene pendiente su renovación, mientras que el Congreso tampoco ha cubierto la plaza que ocupaba García Calvo.

Así las cosas, el Constitucional no quiere una sentencia respaldada sólo por la mitad de los miembros de un pleno ya disminuido, y trabaja para conseguir una mínima mayoría y notificar la sentencia antes de que dé inicio la precampaña de las elecciones autonómicas catalanas -previstas para el próximo otoño- y las deliberaciones sufran un nuevo parón.

Descartada hace mucho tiempo la unanimidad, e incluso una mayoría amplia, los progresistas están ahora resignados a sacar adelante la resolución con un máximo de seis votos o, más improbablemente, siete, si además de a Jiménez consiguen sumar al consenso al también conservador Ramón Rodríguez Arribas.

Entre quienes se da por seguro no prestarán su respaldo al texto que está sobre la mesa, señalan las fuentes, figuran los miembros del "núcleo duro" de los conservadores: Conde, Rodríguez Zapata y Javier Delgado.