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Un doble atentado y varias explosiones dejan 45 muertos y siembran el pánico en Pakistán

  • Dos suicidas atacan un mercado de la populosa ciudad de Lahore
  • Horas después cinco pequeñas explosiones atemorizan el lugar

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Es el segundo ataque que se produce en Lahore en menos de una semana
Es el segundo ataque que se produce en Lahore en menos de una semana

Un doble atentado suicida y una cadena de explosiones de poca intensidad han causado al menos 40 muertos, la mayoría civiles, y un centenar de heridos en varios puntos de la ciudad oriental paquistaní de Lahore en el atentado más sangriento en el país en 2010.

La ciudad más importantes del este del país se despartaba con dos explosiones realizadas por sendos suicidas de forma casi simultánea en torno a las 12.45 hora local (6.45 hora española), poco antes de la oración del viernes, en una zona conocida como bazar R.A., en el centro de Lahore, capital de la región oriental de Punjab.

La primera explosión se ha registrado en una parada de autobús, mientras que el segundo estallido ha tenido lugar en una rotonda.

"Dos suicidas han hecho explotar las bombas en un intervalo de apenas de 15 a 25 segundos", ha declarado a los medios el jefe de policia Tariq Saleem Dogar.

Horas después, poco antes de las 21.00 hora local (17.00 hora española), se inició una cadena de cinco explosiones de baja intensidad, que duró más de una hora, cerca de emplazamientos como una comisaría, oficinas de los servicios de rescate o un mercado del barrio de Allama Iqbal,  segúna ha explicado una fuente policial.

Estas detonaciones, que apenas causaron heridos, crearon momentos de mucha tensión en la ciudad,  donde las autoridades hicieron un llamamiento a la población a permanecer en sus casas.

La lucha contra el terrorismo en Pakistán

En declaraciones a la prensa, el jefe administrativo de Lahore, Khusro Pervaiz, se ha apresurado a apuntar hacia una posible implicación de potencias extranjeras en el ataque múltiple, en clara referencia a la vecina India, un extremo que los analistas consideraron poco probable.

En un tono distinto, el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, ha condenado el atentado y aseguró que este tipo de actos de "violencia cobarde" no conseguirán "minar el compromiso del pueblo de Pakistán de acabar contra el terrorismo", según un comunicado oficial.

Hace sólo cuatro días, la ciudad era escenario de otro atentado en el que trece personas perdieron la vida y al menos otras 60 resultaron heridas al estrellarse un coche, cargado de explosivos, contra la sede de un organismo de seguridad.

Además, la explosión fue de tal magnitud, un edificio de dos pisos se derrumbó.

Las oficinas de varias agencias de seguridad y en la ciudad de Lahore han sido objeto de ataques frecuentes de los talibanes.

Aunque no son muy frecuentes, las ONG y organismos internacionales también son objetivo de los terroristas. De hecho, el pasado 10 de marzo, al menos cinco cooperantes perideron la vida en Pakistán tras un ataque.

Más de 12.000 personas han fallecido en 2009 en sucesos violentos en el país surasiático, una cuarta parte de ellas en atentados terroristas, según un informe del Instituto de Pakistán de Estudios de Paz.

Los servicios secretos pakistaníes, ISI, han declarado en numerosas ocasiones su compromiso con la lucha antiterrorista, algo que Estados Unidos ansía.

De hecho, tras una colaboración de los agentes de ambos países, Abdul Ghani Mulá Baradar, considerado uno de los líderes de Al Qaeda, fue detenido.

Atentados como el de Bali, ha supuesto la tensión en la relación con la India y, por ello, Pakistán se muestra ante los países internacionales como un aliado contra los terroristas.