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Haití necesitará un año más de ayuda humanitaria

  • El 41% de los haitianos perdieron su hogar y murieron 200.000 personas
  • Cerca de 1.400 millones de dólares serán necesarios para los afectados

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La tragedia en Haití sigue muy presente dos meses después
La tragedia en Haití sigue muy presente dos meses después

Naciones Unidas ha emitido un comunicado en el que ha hecho saber la necesidad que los cerca de tres millones de haitianos afectados por el terremoto, aún tienen: como mínimo, requerirán ayuda humanitaria hasta marzo de 2011.

"Esa primera fase de ayuda y asistencia humanitaria tendrá que ir  en paralelo a las tareas de recuperación y de reconstrucción, porque  la temporada de lluvias ya ha comenzado y después, en junio, llegará  la época de huracanes", ha señalado el representante especial en funciones  de la ONU para Haití, Edmon Mulet.

Las principales prioridades aún son siendo la llegada de  materiales con los que dar cobijo a los desplazados, conseguir  aumentar la capacidad para gestionar los refugios, mejorar las  condiciones sanitarias y proporcionar los alimentos necesarios para  los más afectados.

Hasta el momento, un total de 525.000 personas han recibido  materiales para resguardarse de las inclemencias meteorológicas.

Pero esta cifra sólo es un 41% de las personas perdieron su hogar tras el seísmo, según la Oficina de Coordinación  de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU.

El terremoto acabó con la vida de unas 200.000 personas y dejó sin  hogar a más de 1,3 millones. Además, afectó a una tercera parte de los  habitantes del país, que cuenta con una población total de 9  millones de personas.

Las autoridades haitianas han manifestado su intención de  finalizar pronto los trabajos que permitirán instalar cinco  asentamientos temporales en las afueras de la capital haitiana,  Puerto Príncipe, donde uno de cada tres edificios quedaron parcial o  completamente derruidos por el seísmo.

El pasado mes de febrero, la OCHA cifró en más de 1.400 millones  de dólares los fondos necesarios para atender a los afectados por  Haití y emprender la reconstrucción del país. Se trata del mayor  llamamiento realizado nunca antes para responder a las consecuencias  de un desastre natural.

La comunidad internacional celebrará el próximo 31 de marzo una  cumbre de donantes en Nueva York, donde el Gobierno haitiano  presentará un Marco de Trabajo para la Reconstrucción y Evaluación de  las Necesidades (PDNA por sus siglas en inglés), un documento en el  que detallará planes y proyectos necesarios para el desarrollo a  largo plazo del país.

Homenajes a las víctimas

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon,  celebró, el pasado martes, un acto en homenaje de los 101 trabajadores de la ONU que  fallecieron en el terremoto de 7,0 grados que sacudió  Haití el pasado 12 de enero.

Entre ellas, estaba la segoviana Pilar Juárez Boal, funcionaria de la UE, que perdió la  vida en el interior del edificio central de la Misión de  Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), que quedó  completamente derruido como consecuencia del seísmo.

"Hoy, conmemoramos la mayor pérdida sufrida por la ONU en toda su  historia", dijo un Ban visiblemente conmovido durante la ceremonia,  que se celebró en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, y en la  que hubo representantes de todas las naciones que forman parte del  organismo internacional.

El jefe de MINUSTAH, Hedi Annabi, su 'número dos', Luiz Carlos da  Costa, y el Comisionado en funciones de la Policía de MINUSTAH, Doug  Coates, también perdieron la vida en Haití.

"Honramos a esas 101 únicas personas que se unieron en Haití para  escribir parte de la historia de Naciones Unidas", indicó Ban sobre  los diplomáticos, administrativos, trabajadores humanitarios,  médicos, conductores, soldados y otros profesionales de 29  nacionalidades diferentes que fallecieron en el país caribeño.

"Compartían una convicción común, creían en un futuro mejor para  el pueblo de Haití, y la determinación conjunta de ayudar a construir  ese porvenir", señaló el máximo responsable de la ONU. "Mientras  cumplían con su misión en Haití, daban luz a una verdad profunda: los  terremotos son un fenómeno de la naturaleza, pero son las personas  las que mueven el mundo".