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El divorcio entre Silvio Berlusconi y Verónica Lario llega a los tribunales

  • La segunda mujer de Berlusconi ha presentado una separación con cargos
  • Con ello ponen en entredicho el comportamiento del primer ministro italiano
  • La ruptura surgió en mayo tras diversos excándalos sexuales del político
  • El trámite se prevé complicado por la repartición de los bienes

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Esta es una historia de desamor y grandes intereses financieros, un buen argumento para una película de intrigas, sexo y guerras de familia. Según cita este jueves Il Corriere della Sera, Verónica Lario ya ha depositado en el tribunal la demanda de divorcio.

Abogados matrimonialistas y expertos en patrimonio se baten en una contienda en donde el Holding Fininvest se ha convertido en la tarta a la que todos quieren dar la mayor dentellada.

En ese compendio financiero están incluidas las cadenas de televisión del grupo Mediaset, la editorial Mondadori y el grupo bancario Mediolanum. Sólo por poner dos ejemplos: el valor en bolsa del grupo televisivo es de 5.500 millones de euros, mientras que el del bancario se cotiza en torno a 3.200 millones.

La ambición también juega su carta en esta novela de separación. La editorial Mondadori está en manos de la primogénita de Silvio. Marina la dirige, pero otra hija, en este caso del segundo matrimonio, Bárbara, la ambiciona.

¿Quién mencionó la palabra "amor" entre tanta cantidad de dinero?

 

Verónica  piensa en sí, pero también en la herencia de los tres hijos que ha tenido con Berlusconi. Para ellos quiere las mismas condiciones de los otros dos descendientes que Il Cavaliere tuvo con su primera mujer.