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Micheletti y Zelaya "nos han dividido la familia"

  • La reactivación de la crisis de Honduras ha dividido a sus ciudadanos
  • "Matarnos entre los hondureños no es conveniente, siempre hemos vivido en paz"
  • Unos están a favor de Micheletti y otros quieren que vuelva Zelaya
  • El regreso de Zelaya al país ha hecho aumentar la tensión y la incertidumbre

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O con el presidente de facto o con el presidente depuesto. La reactivación de la crisis en Honduras ha dividio a sus conciudadanos entre quienes defienden Roberto Micheletti y quienes reclaman la vuelta de Manuel Zelaya, que sigue encerrado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

"·Nos han dividido la familia". "Tienen al pueblo dividido, yo soy de una opinión y mi marido es de otra, no tenemos paz no podemos trabajar". Estos son algunos de los testimonios de ciudadanos hondureños recogidos por el corresponsal de Latinoamérica de Radio Nacional, Fran Sevilla.

Desde que Zelaya regresó a Honduras el pasado lunes la situación de tensión e incerditumbre ha ido aumentando en el país y de momento las autoridades hablan de dos muertos y centenares de heridos.

"Siempre hemos vivido en paz"

La escalada de disturbios e incidentes violentos en la capital hondureña deja testimonios desoladores de sus ciudadanos. 

"Nunca habíamos pasado por esto, queremos que se acabe ya", asegura una mujer. "Matarnos entre los hondureños no es conveniente, siempre hemos vivido en paz", exclama un hombre, que además indica que "la solución sería el diálogo".

Pero hay otra mujer que va más allá: "Es algo personal entre ellos dos" y propone "que los metan presos a los dos (a Micheletti y a Zelaya)".

Dos manifestaciones previstas

Los seguidores de Micheletti se echaron a la calle tras el levantamiento del toque de queda -de tres días- en señal de protesta a las numerosas críticas internacionales que han mostrado su apoyo a Zelaya, expulsado del país tras un golpe de estado hace tres meses.

Los partidarios de Micheletti han convocado una manifestación ante la sede de la ONU mientras los defensores de Zelaya organizan otra en las afueras de la ciudad.