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Recomendaciones para prevenir los efectos de la ola de calor

  • Es conveniente no exponerse al sol e hidratarse adecuadamente
  • Hay que beber mucho líquido y evitar el consumo de alcohol
  • Hay que prestar especial atención a niños y ancianos

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Ante la subida de las temperaturas, las autoridades sanitarias hacen una serie de recomendaciones a la población para protegerse del calor y evitar los golpes de calor:

  • Evitar las salidas y las actividades en las horas más calurosas -generalmente entre las 14.00 y las 18.00 horas-, además de procurar no realizar ejercicio físico, como practicar deporte, o realizar trabajos que requieran un importante esfuerzo físico.
  • Si es necesario salir de casa a esas horas, se debe buscar la sombra y llevar agua para hidratarse, ponerse un sombrero y utilizar ropas ligeras y amplias y de color claro, que sean, a ser posible, de algodón. 
  • Refescarse con frecuencia, para lo que es conveniente permanecer dentro de casa en las habitaciones más frescas y ducharse o bañarse varias veces al día para humedecer el cuerpo.
  • Beber y comer regularmente. Beber líquidos en abundancia, incluso sin sed, agua o zumo de frutas.
  • No abuse de los líquidos que contengan cafeína o grandes cantidades de azúcar ya que, en realidad, le hacen perder más líquido corporal. Evite también el alcohol.   
  • Nunca deje a nadie (especialmente niños, ancianos o enfermos crónicos) en un vehículo estacionado y cerrado.
  • Consulte a su médico ante cualquier síntoma que pueda estar relacionado con las altas temperaturas.

El golpe de calor

Según ha explicado a RTVE.ES Carlos Urquía, médico del Departamento de Salud y Socorro de Cruz Roja,el golpe de calor se manifiesta con el aumento de la temperatura corporal hasta los 39º ó 40º, sudoración, piel enrojecida y sensación de abotargamiento, tanto que podemos perder el conocimiento. Es por eso que trabajar, quedarse dormido o hacer ejercicio bajo el sol, en las horas de más calor del día, sin hidratarse, puede llevarnos a las urgencias hospitalarias, episodios que en pocos pero dramáticos casos, terminan en muerte.

Las personas que están más expuestas a sufrir un golpe de calor son los mayores y los niños, además de personas con enfermedades cardiovasculares, respiratorias o crónicas.