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El osito Winnie the Pooh regresa 80 años después de su primera aventura

  • 81 años después de las dos aventuras originales se publica un nuevo libro
  • Edramaturgo inglés David Benedictus ha sido autorizado por los herederos de A.A. Milne
  • Return to the Hundred Acre Wood ,ilustrada por Mark Burgess, se publica el 5 de octubre
  • Saldrá a la venta simultáneamente en el Reino Unido y Estados Unidos
  • A.A Milne basó su principal personaje en el osito de peluche de su hijo

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Ejemplar sacado a subasta de 'The house a Pooh Corner', una de las primeras historias de Winnie The Pooh, que vuelve en otro libro 80 años después
Ejemplar sacado a subasta de 'The house a Pooh Corner', una de las primeras historias de Winnie The Pooh, que vuelve en otro libro 80 años después.

El osito de peluche Winnie-the-Pooh, protagonista de varios libros del británico A.A Milne, regresará a la literatura más de 80 años después de su primera aventura, con la publicación de un nuevo libro.

El escritor y dramaturgo inglés David Benedictus, experto en el personaje tras varios trabajos de adaptación teatral y radiofónica, es el autor de esta secuela autorizada, que, según asegura, se mantendrá fiel al espíritu de los originales.

Return to the Hundred Acre Wood (Retorno al bosque de los cien acres), ilustrada por Mark Burgess y editada por Egmont Publishing, se publicará el 5 de octubre simultáneamente en el Reino Unido y Estados Unidos, país donde el personaje es también muy conocido gracias a las adaptaciones cinematográficas de Walt Disney.

Winnie-the-pooh es un regordete y tontorrón osito de peluche que comparte aventuras en el bosque de los Cien Acres con el pequeño Christopher Robin -llamado como el hijo del autor- y otros personajes, como Tigger, Ígor o Piglet.

Alan Alexander Milne (1882-1956) escribió dos libros de aventuras sobre el osito y sus amigos, además de mencionarlo en otros trabajos de poesía.   Winnie-the-Pooh, de 1926, y The House at Pooh Corner, de 1928, basados en los juegos del verdadero Christopher Robin y sus animales de peluche -que aún se conservan en un museo neoyorquino-, se han convertido en verdaderos clásicos de la literatura infantil, así como las entrañables ilustraciones de E.H Shepard.

Una secuela permitida

Benedictus escribió su manuscrito, que ya ha sido aprobado por los guardianes del legado de Milne, a partir de su familiaridad con el personaje, adquirida a través de haber hecho adaptaciones de sus aventuras en audio para CD y también para televisión y radio.

"Es un honor que mi secuela de las historias originales haya sido aprobada por los fideicomisarios de Pooh", ha declarado el escritor, que espera, sobre todo, que el nuevo libro "complemente y mantenga la idea de Milne de que, pase lo que pase, un niño y su osito siempre estarán jugando".

Un portavoz de los protectores del legado de Pooh, Michael Brown, confesó que llevaban años esperando a poder publicar algún día un libro sobre el osito que hiciera justicia a los de A.A Milne.

Los libros de Winnie-the-Pooh, que han sido traducidos a 50 idiomas, se inspiran en algunos hechos reales.

El peluche de su hijo

A.A Milne basó su principal personaje en el osito de peluche de su hijo, que fue bautizado con ese nombre en honor a otro oso, en este caso de verdad, que estaba en el zoo de Londres y cuyo nombre era Winnipeg.

Winnipeg, un cachorro de hembra negra, llegó al Reino Unido a manos de un militar que se la compró el 24 de agosto de 1914 a un trampero en el pueblo canadiense de White River cuando pasaba por allí con su brigada de camino al frente en Europa.

A los cinco años, Christopher Robin Milne fue al zoo con unos vecinos y quedó fascinado con la pequeña Winnie, a la que visitó en varias ocasiones incluso dentro de la jaula, lo que inspiró a su padre a escribir un primer poema.

El resto de los personajes que aparecen en los libros de Milne están también inspirados en peluches de su hijo -quien, tristemente, acabó resintiendo la fama que se le impuso- o en los animales que se encontraban en el bosque inglés de Ashdown, donde vivía la familia, que a su vez inspiró el de los Cien Acres.