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Un jefe local afgano y ex líder insurgente sale ileso en una emboscada mortal para sus 20 escoltas

  • Abdul Salam fue uno de los líderes de la insurgencia antes de colaborar con el Gobierno

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Veinte miembros de la seguridad afgana y una mujer han muerto en una emboscada talibán en el sur de Afganistán contra un jefe local y antiguo líder insurgente, que ha salido ileso, según las autoridades. Las tropas internacionales despidieron su año más trágico en el país con dos nuevas bajas.

Las víctimas ejercían como guardias de seguridad de Abdul Salam, jefe de distrito de Musa Qala, en la provincia sureña de Helmand, feudo de los islamistas. El portavoz del gobernador provincial, Daoud Ahmadi, ha informado de que Salam salió ileso, informa la agencia Reuters. La misma fuente, citada por Efe, ha explicado que los policías estaban almorzando juntos en la víspera de Año Nuevo cuando fueron tiroteados por un grupo de insurgentes.

Al parecer, los insurgentes también acabaron con la vida de la madre de uno de los agentes después de que esta pidiera a los atacantes que no mataran a su hijo. Siempre según el gobernador, dos asaltantes perdieron la vida en el asalto.

Salam había sido un cabecilla de la insurgencia en Helmand antes de unirse al Gobierno afgano.

También en el sur, 2008 acabó la muerte de otros dos soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, bajo mando de la OTAN) en sendos incidentes de los que no se han ofrecido más detalles.

Desde que la insurgencia opera tras el desalojo del poder por fuerzas estadounidenses de los talibanes a finales del 2001, este ha sido el peor año de esas fuerzas  con 270 bajas. Ahora hay unos 70.000 soldados extranjeros en el país y Estados Unidos va a enviar otros 30.000 en breve.

Según los últimos datos ofrecidos por la ONU, más de 4.000 personas murieron en los primeros ocho meses de 2008 a causa de la violencia, aunque no existen estimaciones oficiales sobre las víctimas hasta finales de año.