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Obama, sexo, McCain, mentiras... y muchas cintas de vídeo en la campaña

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El circo mediático de la campaña electoral en EE.UU.

Una campaña electoral no es un baile de salón. Se da por supuesto que los candidatos lucharán sin cuartel. Pero a veces, los publicistas de uno y otro lado van demasiado lejos.

De hecho, según el Pew Research Center, la mayoría de los estadounidenses, un 55%, piensa que el tono de la campaña es demasiado negativo.Pero ese sentimiento es desigual: Un 47% de los encuestados cree que los anuncios demócratas se ajustan a la realidad por el 35% en el caso de los republicanos.

Después de que los demócratas tomaran ventaja tras la crisis financiera, los fanáticos republicanos han insinuado que Obama tiene contactos con los terroristas.

Palin lo ha dicho más claro en sus mítines: "Nuestro oponente es alguien que cree que América es tan imperfecta que sale con terroristas que han apuntado contra nuestro país".

Todo a cuenta de la relación de Obama con Bill Ayers, un antisistema que militó en Weather Underground. Un grupo que puso bombas en el Capitolio y el Pentágono a principios de los setenta.

Obama tenía entonces ocho años. Ahora Ayers es profesor de universidad y la realidad es que Obama sólo se ha sentado un par de veces con Ayers en comités de organizaciones sin ánimo de lucro. Comités en los que también participó, por ejemplo, Arnold Weber, ex presidente del Club Comercial de Chicago y donante de 1.500 dólares a la campaña de McCain.

Peor es la insidia de algunos ultras de que Obama es musulmán.

No es cierto, es cristiano. Pero la mentira redondea la acusación de terrorista. Y como señalaba el general Colin Powell, la respuesta correcta debería ser "¿Y qué si es musulmán? ¿Acaso es malo ser musulmán en Estados Unidos?"

Suma y sigue. Los republicanos acusan a Obama de ser un libertino que quiere exponer a los niños a descripciones sexuales explícitas en el jardín de infancia.

La realidad es que Obama sólo quiere educación sexual en las escuelas, desde un punto de vista científico y con el objetivo de prevenir los embarazos adolescentes y las enfermedades de transmisión sexual. Nada pornográfico. Recomienda la abstinencia.

En materia fiscal, los republicanos ponen la verdad de vuelta y media y acusan a Obama de planear un doloroso incremento de los impuestos a las familias trabajadoras.

Al contrario, Obama promete un respiro fiscal para el 95% de esas familias. Sólo subiría el impuesto de la renta a los que ganan más de 250.000 dólares al año.

Pero el éxito de esta campaña es mucho más frívolo. Los republicanos montaron en cólera porque Obama comparaba a Sarah Palin con un cerdo. En realidad, Obama utilizó una frase hecha para subrayar que tan republicanos son Palin y McCain como Bush.

"Aunque el cerdo se pinte los labios, cerdo se queda", que es la versión americana de nuestra mona vestida de seda. El problema es que que remite a la frase más conocida de Palin. En su estreno en la convención republicana dijo: "¿Sabéis cuál es la diferencia entre un pitbull y una hockey mom? El pintalabios".

La guinda de esta campaña fue a principios de mes. McCain se empleó a fondo en un anuncio Troop Funding.

Acusa a Obama de decir que las tropas de EE.UU. en Afganistán sólo se dedican a atacar los poblados y asesinar a civiles. Lo que dijo Obama en realidad fue: "Tenemos que acabar el trabajo allí, y necesitamos más tropas para que no nos limitemos a atacar los poblados y asesinar civiles, que está provocando una enorme presión en nuestro país". Estaba pidiendo refuerzos. Más aún. En mayo de 2007, Obama votó en el Senado en contra de aumentar la financiación de las tropas porque no incluía la retirada de Irak.

McCain también se opuso dos meses antes pero por la razón contraria. En ambos casos no hubo ningún riesgo para los soldados.

Las dos campañas no son comparables. Obama tiene un filón de juego sucio aún por explorar. El marido de Sarah Palin, Todd Palin, ha sido miembro del Partido Independentista de Alaska. Su fundador, Joe Vogler, hacía alarde de su odio contra el gobierno norteamericano.

Murió asesinado a raiz de una compraventa de explosivos plásticos. No ha habido anuncios sobre el tema.

La campaña demócrata tampoco ha explotado un detalle poco conocido del pasado de McCain. En los 80 fue asesor del Consejo Estadounidense para la Libertad Mundial, del general John Singlaub. Una organización donde se sentaban antiguos colaboradores nazis y líderes de escuadrones de la muerte centroamericanos.

No obstante, en el último capítulo la serie de animación Padre de familia aparecía una chapa de McCain sobre un uniforme nazi. El creador de la serie ha hecho campaña por Obama.

Con todo, Obama también ha hecho trampas en la campaña. Un anuncio retrata a McCain como opuesto a la investigación con células madre. La realidad es que McCain la apoya desde 2001, aunque antes no lo hiciera. La réplica de los republicanos ha sido contundente.

Lo cortés no quita lo valiente. Obama ha desplegado su artillería contra McCain en la economía. Es su baza principal en esta campaña. Ocho años de Bush han sido suficientes y McCain es su heredero. La estrategia demócrata pasa por demostrar que McCain y Palin no son disidentes de su partido. Son más de lo mismo.