Enlaces accesibilidad

El Ejército italiano llega a Caserta para luchar contra la Camorra tras caer el clan de los Casalesi

  • El Gobierno destina a 500 militares para intentar recuperar el control del territorio
  • En la región se desarrolló ayer una operación contra el clan de los Casalesi, el más poderoso
  • Los libros de cuentas de la mafia desvelan el cobro de comisiones de obras públicas
  • El clan tenía en nómina 170 personas y algunas cobraban 300.000 euros mensuales
  • Las viudas de los muertos cobraban pensiones de cinco millones de euros

Por
Comienza el despliegue de militares en Nápoles dentro de un plan de lucha contra la mafia

El Gobierno de Italia quiere recuperar el control de la región sureña de Campania, dominada por la mafia napolitana. Para ello ha enviado a 500 soldados a Caserta, tras el importante golpe policial asestado ayer al clan de los Casalesi, el más poderoso de la Camorra napolita, y tras los últimos actos de violencia perpetrados por los camorristas que causaron la muerte de un italiano y seis inmigrantes africanos.

Los 500 militares, pertenecientes al especializado cuerpo de paracaidistas Folgore, ya se encuentran en la provincia de Caserta (sur), a la espera de recibir la autorización para poder comenzar los controles.

El Gobierno aprobó un decreto ley que permite enviar el Ejército a la región de Campania (sur) tras los últimas actos de violencia por parte de la Camorra perpetrados en Castel Volturno (Caserta) y que causaron las siete muertes.

 

El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, ha explicado que enviar el Ejercito a Caserta "no significa militarizar el territorio", sino que es una medida necesaria ante la "falta de agentes de las fuerzas del orden" para contrarrestar "la emergencia" del crimen organizado. A estos militares se suman los 400 policías enviados hace dos semanas tras los asesinatos.

Sueldos de 300.000 euros mensuales y pensiones de viudedad de cinco millones

Por otra parte, la operación policial contra el clan de los Casalesi, 'pillados' en plena cena a base de bogavante y que se saldó con 30 detenciones, ha puesto al descubierto un imperio económico creado con las extorsiones y el tráfico de droga.

Durante la operación, los agentes se incautaron de documentos y los libros de cuentas que prueban el poderío económico de la "familia" gracias a sus actividades ilegales.

Los Casalesi tenían en nómina a cerca de 170 personas a las que pagaban de 1.000 a 4.000 euros al mes, mientras que los hombres de confianza podían llegar a percibir hasta 300.000 euros mensuales, según informa TVE.

En el libro de cuentas de los Casalesi también figuran las familias de los detenidos o las viudas de los asesinados en ajustes de cuentas, que percibían pensiones de unos cinco millones de euros al año.

En dichos documentos aparecen también las listas de las extorsiones a empresarios o impuestas en la realización de obras públicas, como en la construcción de una línea de ferrocarril (entre 1989 y 2001) de la que el clan obtuvo el 5% del valor de su construcción.

Entre los extorsionados se encuentran los empresarios Sergio y Michele Orsi, este último asesinado después de comenzar su colaboración con la Justicia, que se encargaban del sector de la recogida y destrucción de residuos.