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Los socialdemócratas ganan en Austria en unos comicios en los que avanza la ultraderecha

  • El partido ganador, el socialdemócrata SPÖ, cuenta con un 28.6% de los votos
  • Las dos formaciones de ultraderecha logran un 30% podrían unirse para formar gobierno
  • El voto de castigo de los austriacos deja a los socialdemócratas en una difícil situación
  • El castigo se ha reflejado en un descenso de 7 puntos de la participación en las urnas

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Elecciones anticipadas en Austria

Las fuerzas nacionalistas y de extrema derecha han sido premiadas con un espectacular avance en las elecciones legislativas celebradas en Austria, mientras los votantes castigaron a la fracasada "gran coalición" de socialdemócratas y populares, que se rompió tan sólo 18 meses después de su formación.

"No se ha logrado recuperar la confianza", ha reconocido Werner Faymann, ministro de Infraestructura y líder del Partido Socialdemócrata (SPÖ) que ha conseguido defender su primer puesto, pero con el peor resultado desde 1945: menos del 30 % de los votos, 5 puntos por debajo del resultado del 2006.

Más aún, casi 9 puntos porcentuales, hasta quedar en el 25,6 %, cayó el Partido Popular (ÖVP) del vicecanciller y ministro de Finanzas, Wilhelm Molterer, mientras que el hasta ahora tercer partido, el de los "Verdes", quedó relegado al quinto puesto.

El castigo se ha reflejado en un descenso de 7 puntos de la participación en las urnas, que fue del 71 %.

Xenófobos y antieuropea

Así, de los cinco partidos representados en el Parlamento de 183 escaños, sólo el Liberal (FPÖ) del ultranacionalista Heinz-Christian Strache, y la Alianza para el Futuro de Austria (BZÖ) de Jörg Haider, líder histórico de la extrema derecha, ampliarán su presencia en la Cámara.

Por su parte, con una subida espectacular de casi 7 puntos, el FPÖ consiguió hoy el 18 % de los votos.

Este resultado era el pronosticado por todos los sondeos, que habían vaticinado un aumento incluso mayor para el líder del FPÖ, quien fue discípulo de Haider cuando éste lideraba a los liberales, y que igual que él se apoya en una demagogia xenófoba y antieuropeísta.

Pero la sorpresa fue el propio Haider, ya que el BZÖ ha superado lo vaticinado al casi triplicar sus votos, hasta un 11 por ciento. Así, juntos, los seguidores de Haider y de Strache casi podrían disputarle a Faymann el primer puesto, y en sus reacciones esta noche, tras difundirse el resultado, ambos se mostraron decididos a participar en el futuro gobierno.

Futuro difícil

Con este panorama, la formación del nuevo ejecutivo se presenta difícil: el líder socialdemócrata, como candidato más votado, deberá recibir el encargo del presidente del país para iniciar las negociaciones al respecto, y su opción favorita es renovar la "gran coalición" con los "populares sin Molterer".

En declaraciones a la televisión pública ORF, el líder socialdemócrata Fayman se ha pronunciado a favor de "una situación estable, con un marco de garantía para la economía, el trabajo y la justicia social" y ha reiterado su rechazo a aliarse con Strache o Haider. "Con el BZÖ y el FPÖ no puedo imaginarme un gobierno", ha afirmado el político socialdemócrata.

Mientras Molterer ha reconocido "la dolorosa derrota" de su partido y no ha cerrado ninguna puerta, ni siquiera el pase del ÖVP a la oposición, Strache y Haider coincidieron en interpretar que el voto de hoy es un claro "no" a la coalición de socialdemócratas y populares.

Guiños para la unión

Desde que se difundieron las primeras proyecciones, que sorprendieron al propio Haider, este político populista ha hecho varios guiños a su antiguo discípulo para reunificar al BZÖ con el FPÖ; el primero se escindió en el 2005 tras fuertes disputas internas.

"Felicito a Strache. Juntos somos ahora incluso más fuertes que en 1999", ha manifestado Haider en alusión a el triunfo, con el 27 % de los votos, que él se apuntó ese año al frente entonces del Partido Liberal, y que le permitió subir al poder en 2000, desatando una ola de protestas y un bloqueo de Austria en la Unión Europea.

El rechazo del discípulo

Pero Strache ha mantenido hasta ahora su firme rechazo a volver a trabajar con su antiguo maestro, a quien acusa de traidor, y aunque expresó su "respeto por el resultado del gobernador de Carintia", cargo que ahora ostenta Haider, aseguró que "no habrá una reunificación".

"Decepcionado" se ha mostrado el profesor de economía Alexander van der Bellen, líder de los "Verdes", que había soñado con alcanzar hoy el 15 % de los votos y que se quedó por debajo del 10.

Con estas elecciones ha entrado en vigor la reforma electoral aprobada en el 2007 que rebaja, por primera vez en un país europeo, la edad mínima para votar hasta los 16 años y prolonga el mandato de la legislatura de cuatro a cinco años.

El mensaje de la extrema derecha ha calado entre estos nuevos electores y, según una encuesta del instituto de demoscopia Soresy, el 25 % de los menores de 30 años se han decantado por el ÖVP y por su líder de 39 años, que mezcló exitosamente en su campaña el populismo nacionalista y la cultura juvenil.

Además, se ha introducido el sufragio por correo, un derecho del que han hecho uso más de medio millón de electores