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Mató a su mujer de 40 puñaladas "impulsado por un espíritu maligno"

  • Rafael S.N mató a su mujer mientras dormía el 4 de febrero de 2006
  • "Ella descansa en el cielo. Me voy a quitar la vida para reunirme con ella", dice
  • El asesino confeso dice en el juicio que fue fortuito porque "la quería muchísmo"
  • Cuenta los antecedentes de problemas psicológicos en su familia
  • El Ministerio Público pide 26 años de prisión por asesinato

 

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El funcionario de prisiones de 40 años, Rafael S.N., acusado de  matar a su mujer de 40 puñaladas y 14 golpes en la cabeza mientras  dormía en su domicilio de San José de la Rinconada el 4 de febrero de 2006, ha admitido en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Sevilla que lo hizo "impulsado por un espíritu maligno". "Estaba ido total. No me explico cómo pude cometer esa indigna acción",  ha asegurado el acusado.

 "Ella descansa en el cielo y me está esperando. Me voy a quitar la  vida. He hablado varias veces con Dios y me ha perdonado", ha relatado el procesado, licenciado en Derecho y graduado social. 

Ha manifestado que "evidentemente" él mató a su compañera sentimental,  si bien dijo no recordar cómo sucedieron los hechos. "Hay un punto blanco en mi mente", ha apuntado Rafael S.N., quien ha explicado que aquello fue "fortuito" porque "la quería muchísimo".

En una declaración de más de 90 minutos, el acusado ha dicho también que cuando se acepten sus bienes en favor de sus hijos (tenía un hijo de seis años y una hija de dos con la víctima), se va a "quitar la vida" para poder "reunirse con ella".

Asimismo ha explicado que la relación en el matrimonio  era "muy buena" e incluso él le dio su "beneplácito" para que ella estudiara, por lo que "se sacó el graduado y, luego, se convirtió en  ATS". "Yo no me metía con ella ni controlaba su vida. Ella disponía del dinero que necesitaba. Es incierto y calumnioso que yo la controlase", ha respondido el procesado a preguntas del Ministerio  Público.

El acusado ha recordado que su madre tiene "psicosis residual" y sus hermanos "esquizofrenia" y que días antes de los hechos había ido al médico de cabecera porque se encontraba "mal". 

El asesino confeso ha explicado que aquel día  "no podía dormir y discutimos porque ella  me decía que estaba haciendo mucho ruido con el microondas". "Formó un cirio y me dijo que me fuera de allí", ha argumentado el inculpado, que ha apuntado que él no decidió acabar con su vida, sino que "fue un  ataque". "Se me metieron voces en la cabeza del mismísimo Satanás que me decían: Mátala, mátala", ha relatado el presunto asesino.

En el juicio, que está previsto concluya el miércoles, el Ministerio Fiscal defiende que el procesado decidió acabar con la  vida de M.A.R. de forma "premeditada, fría, cobarde y brutal" cuando supo que ésta pretendía separarse de él, según se desprende de su escrito de acusación.

El Ministerio Público considera que los hechos relatados son constitutivos de un delito de asesinato, por el que pide 25 años de prisión; y un delito del artículo 173.2 del Código Penal (De las  torturas y otros delitos contra la integridad moral), por el que  solicita tres años de prisión. Además, el fiscal entiende que el  acusado debe indemnizar a cada uno de sus hijos con 300.000 euros por los perjuicios causados.