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La rama disidente de la Iglesia Anglicana pide a El Vaticano unirse a la Iglesia Católica

  • Una rama disidente anglicana pide a El Vaticano la adhesión a la Iglesia Católica
  • La ordenación de obispos u homosexuales mujeres han provocado la crisis
  • Los anglicanos tradicionales se separaron en 1990 por la ordenación de mujeres sacerdotes

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El Vaticano está estudiando "con atención" la petición de una rama disidente de la iglesia Anglicana de unirse a la Iglesia Católica, según un documento hecho público este martes mientras que la Comunión Anglicana atraviesa una nueva crisis.

El cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, guardiana del dogma católico, les ha asegurado a los disidentes que estudiaba "con una atención importante" la perspectiva de "unidad" que estos últimos pidieron en una carta hecha pública en su página en internet, según informa AFP.

En este correo enviado el 5 de julio al primado de la Comunión Anglicana tradicional, el arzobispo australiano Juan Hepworth, el cardenal Levada subraya sin embargo que "la situación dentro de la comunión anglicana en general se ha vuelto sensiblemente más compleja" estas últimas semanas.

Crisis en la Iglesia Anglicana

Los anglicanos tradicionales, formados por 400.000 fieles, se separaron de la Comunión Anglicana por la cuestión de la ordenación de mujeres sacerdotes en 1990. La integración en la iglesia católica supondría el mayor 'regreso a casa' de protestantes.

18 años después, una nueva crisis ha sacudido de nuevo a la Comunión Anglicana por la aprobación de la ordenación de obispos mujeres u homosexuales declarados. Para tratar de evitar el cisma, unos 650 obispos y arzobispos de la Comunión están reunidos desde el 16 de julio y hasta el 4 de agosto en Canterbury (al sureste de Inglaterra) en la 'Conferencia de Lambeth', que se celebra cada diez años.

No obstante, la petición de adhesión de los disidentes a la Iglesia católica plantea diferentes problemas, particularmente debido al hecho de que el clero anglicano puede casarse, al contrario que los sacerdotes católicos.