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Dos ejecutados por inyección letal en un solo día

  • Son el segundo y el tercer ajusticiados por este método en EE.UU. desde el mes de abril
  • La Corte Suprema decidió entonces que usar la inyección letal era constitucional
  • Un estudio había alertado de que la inyección letal causaba sufrimiento a los condenados

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'Cámara de la muerte' de una cárcal californiana
'Cámara de la muerte' de una cárcal californiana.

No ha habido medidas de gracia: un hombre acusado de haber matado a sus padres adoptivos ha sido ejecutado, como esta previsto, la madrugada del viernes en una cárcel de Texas (EEUU). Sólo dos horas después, otro reo ha sido ajusticiado en Virginia.

Se trata de la segunda y la tercera ejecución desde que la Corte Suprema decidiera que la inyección letal es un método "viable" para aplicar la pena de muerte, después de un 'parón' de nueve meses.

La de Carlton Turner, de 29 años, ha sido la primera ejecución de las tres previstas para el mes de julio. Había sido condenado por asesinar a tiros a sus padres adoptivos, de 40 y 43 años, en agosto de 1998.

Carlton, que entonces tenía 19, les disparó varias veces en la cabeza. Después metió los cuerpos en el garaje, les robó las joyas y el dinero y montó una fiesta con sus amigos en el interior de la casa.

Diez años después del crimen, Carlton estaba arrepentido. "Sé que me equivoqué. Acepto mi responsabilidad como un hombre", ha dicho segundos antes de recibir la inyección letal. Han sido sus últimas palabras.

Segunda ejecución en Virginina

 Dos horas más tarde,  el estado de Virginia ha ejecutado a otro reo. Se llamaba Kent Jackson y ha tardado ocho minutos en morir.

Su delito: haber asesinado a una mujer hace ocho años. Según su propia confesión, Jackson, de 26 años, violó y apuñaló hasta la muerte a su vecina. Su complice, Joseph Marquis Dorsett, fue condenado a 135 años de prisión.

El condenado ha recibido la inyección letal después de que el Tribunal Supremo de EE.UU y el gobernador de Virginia, Timothy Kaine, rechazaran una solicitud de sus abogados de aplazar la ejecución.

¿Una muerte rápida e indolora?

La Corte Suprema suspendió las ejecuciones con inyección letal en septiembre de 2007 tras la petición de dos condenados a muerte de de Kentucky. Los presos argumentaban que el método causa un dolor y sufrimiento innecesarios.

Un estudio de la Universidad de Miami alertó de que el cóctel de sustancias empleadas causan en realidad un fallecimiento por asfixia: según los investigadores, el condenado es consciente de su muerte y siente dolor.

Se abrió entonces un debate sobre la constitucionalidad del método, considerado hasta entonces la alternativa más "humana" a la silla eléctrica. Pero la "moratoria" no duró demasiado. Nueve meses después, la Corte Suprema decidió que la inyección letal es un método constitucional para ejecutar las penas de muerte.