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La central de Ascó parará el martes para una revisión profunda de las instalaciones

  • La central cumple con las exigencias del CSN, que quiere conocer su estado real
  • Tras una revisión exhaustiva, no se descartan que se detecten deficiencias
  • La central tuvo un incidente en noviembre que fue silenciado hasta abril
  • La organización ecologista Greenpeace reclama el cierre definitivo

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La central nuclear de Ascó I realizará una parada el próximo martes para cumplir con los requerimientos del Consejo de Seguridad Nuclear, tras el incidente registrado el pasado mes de noviembre y comunicado en abril, con el objetivo de "adelantar determinadas actividades" contenidas en el plan de actuaciones".

Durante de la parada no se descarta que aparezcan deficiencias en el sistema, aunque aseguran que las notificarán al CSN si es el caso y las corregirán. 

El primer paso es una inspección radiológica de las zonas no accesibles, como los transformadores y la zona de tuberías de vapor y agua de alimentación principal. La central tiene que estar parada para garantizar la seguridad durante el proceso.

Una revisión exhaustiva

Está prevista también la revisión "exhaustiva" del emplazamiento desde el punto de vista radiológico con fines de "normalización". En esta línea, se llevarán a cabo una revisión técnica y de calidad de todos los procedimientos relacionados con los ajustes, así como calibraciones de los instrumentos de protección radiológica.

Además, durante esta parada, que se producirá en los próximos días, Ascó I reforzará la organización para garantizar una "adecuada" protección radiológica en el funcionamiento de la central.

Estas medidas se ajustan al plan de actuaciones que el CSN requirió al titular de la central Ascó I, quien informó que acometería una revisión "en profundidad" de los procedimientos y sistemas de la planta.

Greenpeace pide el cierre

La organización ecologista Greenpeace ha manifestado su satisfacción por la parada del grupo I de la central nuclear de Ascó, programada para el próximo martes.

Según el responsable de la campaña antinuclear, Carlos Bravo, "es evidente que existen gravísimos fallos de seguridad", por lo que ha calificado de "indignante" que este organismo, "en lugar de actuar con todo el peso de la ley sobre la central, se limite a llegar a un acuerdo para que pare voluntariamente".

Bravo ha acusado al organismo regulador de "inoperante", ya que "en ningún momento ha estado a la altura de las circunstancias ni ha sabido gestionar la crisis del accidente de noviembre pasado".

Por ello, la organización ecologista ha vuelto a pedir "el cierre definitivo y anticipado" de la central.