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Muere Iñaki Ochoa tras pasar cuatro noches en el Annapurna con un edema cerebral

  • Hace cinco días sufrió un edema cerebral al descender la montaña
  • Más de una docema de montañeros han participado en el desesperado rescate

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Ésta era la ruta que planeó hacer Iñaki Ochoa en el Annapurna. El montañero navarrio reconoció que la montaña nepalí "no era una de sus favoritas".
Ésta era la ruta que planeó hacer Iñaki Ochoa en el Annapurna. El montañero navarrio reconoció que la montaña nepalí "no era una de sus favoritas".

El montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza ha fallecido al no poder superar las graves lesiones sufridas en el descenso del Annapurna. Tras pasar seis noches a 7.400 metros de altura, cuatro de ellas enfermo, semiinconsciente y con edemas cerebrales y pulmonares, el alpinista ha fallecido a las 8.45 horas de la mañana hora española en la pared sur de la montaña nepalí, según han confirmado fuentes de la familia a RTVE.es.

La noticia llegaba a primera hora de la mañana hasta Navarra, donde los amigos y familiares de Iñaki llevan cuatro días moviendo cielo y tierra para tratar de sacarle de la montaña. "No ha podido aguantar. Las noticias de ayer por la noche no eran buenas, pero aún teníamos la esperanza de que resistiera una noche más. La ayuda estaba en camino,  Urubko estaba a solo tres horas de la tienda de Iñaki, y llevaba oxígeno que le podía haber ayudado. Pero no ha podido ser", explicaba su amigo y compañero Jorge Nagore, uno de los que desde hace cuatro días organiza las labores de rescate desde Navarra.

Espectacular operación de rescate

Porque el operativo montado para tratar de bajar vivo a Iñaki ha sido uno de los más espectaculares jamás visto en el Himalaya, aunque al final ha resultado ser infructuoso. Desde el primer momento el rumano Horia Colibasanu, compañero de expedición de Iñaki, permaneció en la tienda junto al navarro abrigándole e hidratándole a la espera de ayuda. Ésta llegó de la mano del suizo Ueli Steck, que ayer por la mañana logró, en un tiempo record, llegar hasta la altura donde estaba Iñaki para suministrarle medicamentos para tratar el edema que sufría.

Mientras, desde España y desde Katmandú se organizaban más expediciones de rescate. Iñaki, sumamente afectado por la altura -que empezó provocándole congelaciones, luego convulsiones, tos, dificultad respiratoria y finalmente un fallo multiorgánico- necesitaba descender y hacían falta muchas manos para bajarle de allí. La ayuda estaba en camino, y a punto de llegar, cuando al navarro le dejó de latir el corazón.

Ueli, a su lado en la tienda, trató de hacerle un masaje cardíaco durante más de 15 minutos, pero los intentos de reanimación fueron en vano. La situación de Iñaki había empeorado en las últimas horas, con un edema pulmonar que le probvocaba dificultad respiratoria, que sumada al edema cerebral, la deshidratación y las congelaciones acabó con su vida.

La punta de lanza del operativo de rescate era el kazajo Dennis Urubko, que estaba realizando un ascenso ultrarápido hasta el campo IX llevando oxígeno para Iñaki. Algo más abajo estaban subiendo el canadiense Dennis Bowie y otro montañero polaco, que subían una cámara hiperbárica para que el navarro recibiera tratamiento inmediato. Y desde Pokhara, en Nepal, acababa de despegar un helicóptero cargado de montañeros que se habían ofrecido voluntarios en las últimas horas para dejar sus planes -billetes de avión de vuelta a casa, expediciones propias...- para ir al rescate de Iñaki. "No sabemos cómo agradecérselo", dice Nagore emocionado. "Se han jugado el bigote por ayudarnos a salvar a Iñaki, y se han quedado ahí, a un pasito de él. No sabemos si hubiera reaccionado con el oxígeno y la cámara, porque tampoco estaba reaccionando a la medicación y llevaba ya muchos días a esa altura. Pero estaban dejándose la piel por sacarle de ahí".

Enterrado en el hielo

La familia y los amigos de Iñaki sólo tienen palabras de agradecimiento para todos los que han intentado colaborar, cada uno a su manera. "Algunos de los que han subido eran amigos de Iñaki, otros no le conocían, pero todos se han jugado la vida por él, y eso no se puede olvidar nunca", explica. Ahora, la principal prioridad de todos los organizadores del rescate es que todos y cada uno de ellos puedan volver lo antes posible a la relativa seguridad del campo base. "El tiempo está empeorando, todos llevan mucho tiempo ahí arriba y no queremos poner a nadie en peligro".

Probablemente será el propio Ueli, compañero de Iñaki en sus últimas horas de vida, quien entierre al navarro en el hielo en el mismo sitio donde ha fallecido y emprenda rápidamente el descenso. "Quizá Urubko siga subiendo para acompañar a Ueli en estos duros momentos y luego bajar los dos, pero lo que queremos es que bajen todos ya", dicen desde Navarra.

El Annapurna, cumbre mortal

Esta cumbre de 8.091 metros del Himalaya nepalí es una de las más peligrosas del planeta, más incluso que el temido K2, que es quien durante años se ha llevado la leyenda del pico más mortal del mundo. Sin embargo, en las últimas décadas el Annapurna -el primer ocho mil jamás pisado por un ser humano- arrastra un índice de mortalidad de 20% . Uno de cada cinco montañeros que pisan la cumbre perece en el intento, una cifra 10 veces superior en accidentes mortales al Everest.

Iñaki era uno de los alpinistas españoles más destacados del momento. Nacido en 1967, tiene en su curriculo 15 ascensiones a cumbres de más de ocho mil metros, y sólo le faltaban dos (el Annapurna entre ellos) para convertirse en uno de los pocos alpinistas mundiales -y tercer español- que consigue coronar las 14 cumbres de más de ocho mil metros del planeta. Es un experimentado himalayista, con más de 30 rutas a sus espaldas, y ha trabajado en varias expediciones del programa Al filo de lo imposible.