El montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza sigue semiinconsciente a 7.400 metros de altitud en el Annapurna (Himalaya nepalí), acompañado de un compañero y a la espera de recibir en unas horas la ayuda necesaria para poder descender de la montaña. El alpinista ya ha pasado tres noches a esa altitud extrema, por lo que la lucha por sacarle de allí se ha convertido en una carrera contra reloj en las últimas horas.

El martes, el montañero español, junto al ruso Alexei Bolotov y el rumano Horia Colibasanu, se quedó a apenas 100 metros de la cumbre. El grupo determinó que las graves congelaciones en amabs manos que sufría Iñaki le impedían seguir avanzando por una zona con pasos de roca delicados y muy expuestos. El ruso, sin embargo, siguió adelante y seperdió el contacto con él hasta 30 horas después.

Horia e Iñaki decidieron regresar al campo 4, a 7.400 metros de altura, desde donde el navarro llamó a su familia con un teléfono satélite. Poco después, mientras los alpinsitas descansaban en sus tiendas de campaña, Iñaki sufrió el ataque. Tras darle una pastilla para evitar un posible edema pulmonar -una de las más graves complicaciones derivadas de la altitud y que puede causar la muerte en horas-, Horia llamó a la familia de Iñaki para intentar localizar a médicos especialistas que le indicaran cómo solventar la situación. La recomendación de los neurólogos fue expeditiva: que Iñaki descienda lo antes posible. Según confirmó al Diario de Navarra, patrocinador de la expedición, uno de los médicos, lo más probable es que Iñaki sufra un edema cerebral, mal que puede aliviarse con ciertos emdicamentos pero que sólo es posible tratar bajando de altitud.

Difícil rescate

Sin embargo, el problema es cómo hacerlo. El alpinista navarro sigue semiinconciente en su tienda de campaña, acompañado por Horia, que le mantiene abrigado e hidratado en todo momento. Un rescate en helicóptero es inviable, puesto que estos aparatos no pueden volar con seguridad a más de 6.000 metros de altura. Por si eso fuera poco, para llegar al campo 4 hay que superar la gran pared sur del Annapurna, un muro de roca de unos 500 metros.

A primeras horas de la mañana del martes, el teléfono de Iñaki se ha quedado sin batería , lo que ha complicado aún más la operación de rescate. Esta noche, el Diario de Navarra, uno de los patrocinadores de la expedición, ha confirmado que Iñaki sigue vivo, pero nadie ha logrado contactar con ellos. En la página web del montañero afirman que la familia pudo llamar a Horia por última vez a las 11.10 horas (hora española) y éste confirmó que sigue vivo aunque semi inconsciente, y está imposibilitado para bajar por su propio pie. También confirmaron que Bolotov estaba vivo en ese momento , afectado de un edema pulmonar y tratando de descender del campo 4 al campo 3.

Las esperanzas están puestas en los suizos Ueli Steck y Simon Anthamatten, que estaban en la zona y se han unido a las operaciones de rescate en cuanto han tenido conocimiento de la gravedad de la situación. Ambos están ahora mismo a unos 500 metros de donde se hallan Iñaki y Horia, tras superar la pared de roca, pero el mal tiempo y la noche les ha obligado a parar. Se espera que puedan contactar con la expedición española a primera hora de la mañana.

Además, el ruso Sergei Bogomolov, el kazajo Denis Urubko y el canadiense Don Bowie se han unido para, desde la capital nepalí, organizar un segundo grupo de rescate y ya han partido hacia el campo base con oxígeno y medicamentos más específicos con los que completar la labor de la pareja suiza.

La familia y amigos, que están coordinando las operaciones de rescate desde Navarra, aseguran que las esperanzas no están perdidas aunque reconocen que el rescate es complicado y delicado, pero no imposible. Hace tan sólo unos días un grupo de montañeros españoles del Grupo Militar de Alta Montaña consiguió descender a un compañero herido desde una altura de 7.900 metros en un espectacular y fructífero rescate en el Lhotse. La suerte de Ochoa depende en gran parte de la llegada de los suizos, que llevan medicamentos como corticoides que podrían paliar la situación del navarro, y tratar de ayudar para descender con él.

El Annapurna, cumbre mortal

Esta cumbre de 8.091 metros del Himalaya nepalí es una de las más peligrosas del planeta, más incluso que el temido K2, que es quien durante años se ha llevado la leyenda del pico más mortal del mundo. Sin embargo, en las últimas décadas el Annapurna -el primer ocho mil jamás pisado por un ser humano- arrastra un índice de mortalidad de 20% . Uno de cada cinco montañeros que pisan la cumbre perece en el intento, una cifra 10 veces superior en accidentes mortales al Everest.

Iñaki es uno de los alpinistas españoles más destacados del momento. Nacido en 1967, tiene en su curriculo 15 ascensiones a cumbres de más de ocho mil metros, y sólo le faltan dos (el Annapurna entre ellos) para convertirse en uno de los pocos alpinistas mundiales -y tercer español- que consigue coronar las 14 cumbres de más de ocho mil metros del planeta. Es un experimentado himalayista, con más de 30 rutas a sus espaldas, y ha trabajado en varias expediciones del programa Al filo de lo imposible.