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Hu Jintao anuncia en Sichuan que las operaciones de rescate entran en "una fase crucial"

  • El presidente chino llega al epicentro del terromoto cinco días después
  • El Partido Comunista Chino busca subrayar que tiene controlada la situación
  • Los cadáveres se amontonan en las calles en la zona tibetana de la prvincia de Sichuan

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China sigue aumentando la cifra de las víctimas del terremoto

El presidente chino, Hu Jintao, ha llegado a la ciudad de Mianyang, en el epicentro del terremoto que azotó el pasado 12 de mayo el suroeste del país, "para consolar a las víctimas e inspeccionar las labores de rescate" del peor seísmo en China en los últimos 30 años.

"Las operaciones de rescate han llegado a una fase crucial", ha asegurado a su llegada a la ciudad a los medios chinos. "Los servicios de emergencias deben redoblar sus esfuerzos", ha recalcado.

Esta visita se encuadra dentro de una campaña política destinada a demostrar tanto en casa como en el exterior que el gobierno del Partido Comunista de China (PCCh, en el poder desde 1949) tiene controlada la situación.

En este contexto, Hu tiene previsto supervisar las labores de rescate en la zona y visitará a las tropas y al personal médico que trabajan a contrarreloj intentando rescatar a los sepultados en la zona del epicentro.

Allí se encuentra desde el primer día el primer ministro Wen Jiabao, que ha visitado escuelas con niños sepultados, heridos y otros damnificados para asegurarles que el Gobierno se va a ocupar de ellos.

Sin embargo, los familiares de los niños fallecidos han señalado a la prensa extranjera que las autoridades locales están mintiendo al primer ministro sobre la cifra real de muertos en cada zona.

El último balance habla de más de 20.000 fallecidos, aunque las autoridades temen que el número de víctimas mortales puede ascender a más de 50.000, porque unas 25.000 permanecen enterradas bajo los escombros.

Sin visado

Veinte expertos en tareas de rescate están a la espera en Hong Kong de que las autoridades chinas les otorguen los visados para ayudar en las zonas devastadas por el terremoto.

Se trata de diez británicos, ocho canadienses y otros dos extranjeros residentes en Hong Kong, pertenecienten a la agrupación International Rescue Corps. el líder de la expedición, Willie McMartin ha señalado al South China Morning Post que "es frustrante, pero no hay nada que hacer".

La solicitud de estos visados coincide con que China ha aumentado las restricciones de entrada al país alegando razones de seguridad de cara a los Juegos Olímpicos de agosto.

Gran despliegue militar

En el que está siendo un annus horribilis para China en cuanto a catástrofes, accidentes e inestabilidad social, y a menos de tres meses de que se celebren los Juegos Olímpicos de Pekín, el gobierno ha reaccionado de forma muy rápida ante la catástrofe, enviando a más de 130.000 efectivos del ejército y fuerzas de seguridad a la zona.

En este sentido, el ejército han rescatado en un solo día a más de 20.000 personas que habían quedado incomunicadas en la zona del epicentro del terremoto desde el lunes, según ha informado la agencia oficial de noticias Xinhua.

Además, han conseguido acceder a tres localidades con 20.000 habitantes que todavía quedaban aisladas en Sichuan (suroeste) por el potente terremoto del lunes que sacudió a toda China, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.

Cadáveres en las calles

Este esfuerzo aún no es suficiente para llevar la normalidad a la zona. Las autoridades de una prefectura tibetana en Sichuan han pedido bolsas para los cadáveres que se amontonan en las calles para evitar así que se produzcan epidemias.

En esta prefectura, de mayoría étnica tibetana, los cadáveres se amontonan a la intemperie en las calles, con el peligro de que las altas temperaturas aceleren la descomposición de los cuerpos, que "ya empiezan a oler mal", según ha señalado la agencia Xinhua.