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Mueren 11 personas en Beirut por los enfrentamientos entre el ejército libanés y Hizbulá

    

Otras 20 personas han resultado heridas

    

Se trata del peor enfrentamiento interno desde la guerra civil, que acabó en 1990

    

Ambas partes se culpan del inicio de los combates, que se han extendido por todo Beirut

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El fuego cruzado entre Hizbulá y el ejército libanés se ha cobrado ya 11 muertos y 30 heridos en Beirut, la capital del país, que se ha convertido en un verdadero campo de guerra entre los chiíes del grupo islamista y las fuerzas suníes y cristianas que gobiernan el país.

La chispa que ha encendido la tensión entre ambos bandos ha saltado después que el líder de Hizbulá, Hasan Nasralá hablara de "declaración de guerra" por parte del Líbano por cortar su red de comunicaciones militares.

El líder de la mayoría parlamentaria libanesa, Saad Hariri, ha ofrecido un acuerdo al grupo chií para que cesen los enfrentamientos, ya que, a su juicio, se ha producido un "malentendido".

En unas declaraciones retransmitidas por televisión, Hariri -de confesión suní- también hizo un llamamiento al líder del grupo chií Hizbulá a "elegir de inmediato a Michel Sleiman (jefe de las Fuerzas Armadas) como presidente de consenso" del país y sentarse en la mesa de negociaciones.

Al hacer referencia a los combates, Hariri afirmó que "lo que ocurre en las calles de Beirut es una "fitna" (conflicto confesional)" y acusó al dirigente de Hizbulá, Hasan Nasralá de haberla provocado.

Hizbolá ha descartado que el conflicto, el peor que tiene lugar en el país desde la guerra civil que duró entre 1975 y 1990, finalice hasta que el Gobierno no dé marcha atrás en las medidas que ha tomado esta semana.

La ONU y Estados Unidos instan al cese de la violencia

El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki Moon ha pedido a Hizbulá que detenga el bloqueo a las carreteras y el aeropuerto. "Estamos preocupados por la escalada de violencia que puede acarrear la situación actual", ha asegurado Terje Roed-Larsen, el enviado especial del secretario general de la ONU para Oriente Próximo.

"El Secretario General urge a que todas las partes cesen inmediatamente los disturbios y liberen las carreteras del país", ha dicho Roed-Larsen, que ha añadido que Ban Ki Moon está preocupado por los problemas en la elección del presidente en Líbano.

Por su parte, George W. Bush, también ha pedido a Hizbulá que detenga las "actividades destructivas" en El Líbano. "Hizbulá tiene que tomar una decisión: ser una organización terrorista o un partido político y dejar de intentar ser ambas cosas", ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe.

"Declaración de guerra"

Tan sólo cinco minutos antes del estallido de violencia, el secretario general del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, había asegurado que la decisión del Gobierno de desmontar la red de comunicaciones de su grupo "es una declaración de guerra o el inicio de una guerra".

"Cortaremos la mano que se acerque a las armas de la resistencia", dijo Nasralá, quien, no obstante, añadió que "nosotros no estamos declarando la guerra, sino proclamando el derecho a defendernos".

Lo ha dicho a través del canal Al Manar, perteneciente a este grupo chií libanés y aseguró que la red de comunicaciones levantada por Hizbulá de manera paralela a la estatal es "la principal arma de la resistencia (la milicia de Hizbulá)".

Tras esta decisión, Hizbulá se ha hecho con el control del aeropuerto de Beirut y ha cerrado la carretera que conduce hasta él. El jefe de seguridad del aeropuerto, el brigadier general Wafic Chucair, fue retirado por el Gobierno libanés por considerarlo cercano al grupo chií.

Hizbulá apoya la huelga general convocada ayer por la central sindical Confederación General de Trabajadores contra la subida de los precios, y han manifestado su intención de continuarla hasta que el Ejecutivo tome medidas para paliar la crisis económica.

El Líbano vive en el caos

Estos enfrentamientos se suman a los producidos ayer entre miembros de los movimientos chiíes Amal y Hizbulá y de la anti-siria Corriente Futuro, en especial Basta, Nueiri y Masra.

Al mismo tiempo, se han producido choques en varias aldeas del este del Líbano; en el norte ha habido enfrentamientos en el barrio Mina de la ciudad septentrional de Trípoli; en el sureste, la ruta de Chueifat, un barrio al sureste de Beirut, ha sido cerrada así como la carretera que conduce a la ciudad meridional de Sidón entre Nameh, Al Saadiyat, Yieh y Barja; y en el sur también se han producido algunos incidentes en un barrio de la ciudad de Tiro, sin que haya habido víctimas hasta el momento.