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'El coleccionista' nunca llegó tan lejos

  • La realidad ha superado a la única ficción parecida, 'El coleccionista', de John Fowles
  • Austria tiene el dudoso honor de acumular los últimos casos de secuestros a niñas
  • En Reino Unido, la niña Shannon Mathews fue capturada durante 24 días por un familiar
  • El caso del pederasta Marc Dutroux conmocionó a Bélgica en los años 90

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Encerrada en un sótano en una casa de campo perdida en la campiña inglesa, Miranda Clay, una estudiante de arte, intenta convencer a su secuestrador, un tímido cazador de mariposas, de que la libere.

Lo intenta todo: escapar cuando está despistado, seducirlo e incluso amenaza con suicidarse, pero todo sin éxito. Él se niega, porque espera que ella se enamore de él durante su cautiverio.

Esta historia, imaginada por el escritor británico John Fowles, en El Coleccionista, en 1963, se ha convertido en una realidad mucho menos poética en multitud de ocasiones. La historia fue llevada al cine por William Wyler dos años después.

La última, en Austria, donde Elizabeth Frizl, una mujer de 42 años, ha pasado 24 de ellos encerrada en un zulo secuestrada por su propio padre.

Éste, como otros casos similares, demuestran que la mente humana va mucho más lejos en su crueldad que la imaginación de Fowles. En su mayoría, se trata de secuestros perpetrados por personas cercanas, incluso familiares, que las someten a años de cautiverio e, incluso, de abusos sexuales.

La gran lacra de Austria

El mejor ejemplo es lo ocurrido con otra austríaca, Natasha Kampusch, que estuvo encerrada durante ocho años cerca de Viena por Wolfgang Priklopil. Kampusch pudo huir en agosto de 2006, cuando su captor estaba distraído por una llamada telefónica.

Kampusch, que fue secuestrada cuando tenía 10 años, llegó a mantener lazos emocionales con su captor e incluso salió a la calle con él.

Austria se ha convertido en el principal foco de este tipo de historias. En octubre de 2005 otras tres chicas fueron rescatadas tras pasar siete años encerradas en la oscuridad por su madre en una casa llena de excrementos y desperdicios.

Durante ese periodo, las niñas desarrollaron su propio lenguaje para comunicarse y se entrenían jugando con ratones. La Policía consiguió rescatarlas tras la denuncia de un vecino de su barrio de clase media de la ciudad de Linz, según informa The Times.

Otros casos en Europa

Se han producido otros casos similares en otros puntos de Europa. El más reciente, el de la desaparición de la niña Shannon Matthews, que fue capturada a la salida de su escuela de West Yorkshire, en Inglaterra, el pasado mes de febrero.

De nuevo, el responsable se encontraba en su círculo familiar: era el tío de la ex pareja de su madre, que la tuvo encerrada durante 24 días debajo de su cama-diván.

El precedente más sonado de todos estos casos es el del pederasta belga Marc Dutroux, que tuvo a la niña Sabine Dardenne, de 12 años, secuestrada en un zulo durante 80 días, en los que la sometió a repetidos abusos sexuales.

El caso de Melodie Nakachian

En España también se ha vivido el secuestro sonado de una menor, aunque en este caso el móvil era el dinero. En 1987 la niña Melodie Nakachian fue secuestrada por una banda de hampones franceses, liderada por Jean Pierre Camerini. Su padre era multimillonario y uno de los visitantes más conocidos de la fiestas de la jet set de Marbella.

Los captores retuvieron durante 11 días a la pequeña, de cinco años, y exigió un rescate a cambio de su liberación.  Al final, un grupo de los GEO consiguió rescatarla sin que se pagase ningún rescate.