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China ejecutó nueve penas de muerte semanales en 2007

  • AI cifra en 470 las ejecuciones, pero seguramente son muchas más
  • Pekín considera la cifra de ejecutados un secreto de Estado
  • El país chino dice que aplica la pena de muerte con una "actitud prudente"

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Amnistía Internacional pide presión a China por la pena de muerte

Si China no tenía suficientes problemas con la crisis del Tíbet que el mundo occidental ha pagado con la antorcha olímpica y con las ausencias que amenazan la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, el informe anual de Amnistía Internacional (AI) sobre la pena de muerte en el mundo viene a agravarlos, colocando a Pekín en el disparadero de nuevo.

Según los datos del informe, a lo largo de 2007 hubo al menos 470 ejecuciones en China, lo que supone una media de nueve semanales, mientras que se dictaron 1860 condenas a muerte, 35 semanales.

Secretismo en las cifras sobre penas de muerte

El país oriental encabeza la lista negra de ejecuciones en 2007, y eso que, como ha denunciado AI, las cifras que ofrecen son menos de las que en realidad se producen. La organización internacional ha demandado a China que ponga fin al secretismo que rodea las cifras de penas de muerte.

Según el informe de AI, la cifra real es "indudablemente mucho más alta". Para calcularlas, la organización señala que utiliza "la cifra más alta que se pueda deducir sin posibilidad de error".

China considera secreto de Estado el número de ejecuciones que, según estimaciones de los legisladores chinos, solían oscilar entre 7.500 y 8.000 anuales. No obstante, según el Tribunal Supremo, el número de penas de muerte descendió en torno al 15 % el año pasado tras la reforma del sistema que obligó a que todas estas sentencias fueran ratificadas por ese organismo.

Prudencia en su aplicación

Ante el dato conocido a través del documento, y la petición de AI, Pekín se ha limitado a responder que aplica las condenas de muerte con prudencia.

"Hemos adoptado una actitud prudente en las ejecuciones para garantizar que la pena de muerte sólo se aplica a un pequeño número de criminales culpables de delitos muy graves. En el futuro seguiremos mostrando esta actitud", ha señalado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang Yu.

Sin embargo, el portavoz declinó hacer comentarios sobre la petición de transparencia de AI, que en su informe ha mostrado su "honda" preocupación porque muchas personas hayan sido ejecutadas por el Estado "en secreto" en países como China, Vietnam y Mongolia.

"En la actualidad hay más países en el mundo que todavía tienen la pena capital. Las condiciones para abolir la pena de muerte no están maduras y abolirla no sería aceptado por el pueblo chino", ha afirmado Yu.