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La economía, ausente en el discurso de 2004, adquiere todo el protagonismo en esta investidura

  • Zapatero abrió su discurso del 2004 con un recuerdo a las víctimas 11-M
  • La economía, ausente en el discurso de 2004, gana todo el protagonismo en éste
  • La unión de todos frente al terrorismo sigue siendo uno los objetivos de Zapatero
  • El cambio climático y la I+D+ i ganan relevancia con respecto añ 2004
  • Mantiene el espíritu europeísta propugnado hace cuatro años

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Un Zapatero visiblimente más envejecido que en el año 2004, cuando tomó posesión por primera vez como presidente del Gobierno, ha desgranado en algo más de una hora y 15 minutos su programa de Gobierno con el que pretende obtener la confianza de los parlamentarios en la que será la novena legislatura de la democracia.

Con 47 años, Zapatero ha protagonizado su segundo debate de investidura en el que, al igual que hace cuatro años, le ha acompañado su mujer, Sonsoles Espinosa.

Su discurso de investidura de 2004, que duró una hora y cinco minutos, comenzó con un recuerdo a las víctimas del mayor atentado ocurrido en Europa, el del 11 de marzo en Madrid, y con un firme propósito de "lucha sin cuartel contra todo terrorismo".

Con una condena a "toda utilización política del terrorismo", Zapatero destacó entonces la vigencia del Pacto contra el Terrorismo y la necesidad de "ir más allá y ampliar la base del acuerdo democrático contra el terrorismo".

En el discurso de hoy, con el que pretende revalidar su condición de quinto presidente de la democracia, Zapatero también se ha referido al terrorismo, centrándose en ETA, aunque no al principio de su intervención, como lo hizo en el 2004.

En esta sesión de investidura también ha querido rendir homenaje a "todas las víctimas del terrorismo", en especial a los asesinados por ETA en la pasada legislatura.

Ha abogado por diseñar una estrategia antiterrorista que sea compartida por todos los grupos de la Cámara. "ETA está más débil que nunca por mucho que aún tenga capacidad de matar", ha señalado.

La economía, ausente en 2004 y protagonista en 2008

Si hace cuatro años la economía fue la gran ausente del discurso del candidato, con una breve referencia a la necesidad de mantener la estabilidad presupuestaria, en el de hoy las propuestas para hacer frente a la desaceleración económica han alcanzado una importancia máxima.

En el contexto del 2004 la economía pasaba desapercibida y no se planteaba como un problema para la mayoría de los ciudadanos que viven en España, hoy la situación es diferente. Los problemas de la economía y el paro, alentados por la crisis en el sector de la construcción en España y la crisis económica mundial, son una de las principales preocupaciones de la sociedad española actual y eso Zapatero lo ha tenido en cuenta.

Por eso, en este discurso ha sido el tema prioritario con una exhaustiva enumeración de medidas por parte de Zapatero para hacer frente a una situación que, a juicio del candidato socialista a la presidencia, "no es prolongada sino transitoria" y a la que España hace frente con un colchón importante.

En toda la primera parte de su discurso, Zapatero ha desgranado un conjunto de medidas en política fiscal y presupuestaria que refuercen la competitividad y frenen la inflación. Además, ha planteado medidas concretas en el sector de la construcción, de incentivación para la creación de empresas y de promoción del empleo, en especial del joven y femenino.

Los logros sociales propuestos en 2004 se consolidarán a partir de 2008

En opinión de Zapatero, la legislatura que empieza es, en parte, una continuación de la anterior en el sentido de que se podrán consolidar los logros en materia social conseguidos durante el anterior mandato.

Si ya en el 2004 se marcó como objetivo básico la igualdad entre hombres y mujeres, en la próxima legislatura, ha dicho Zapatero, habrá que consolidar las leyes aprobadas para este fin: la ley de igualdad entre hombres y mujeres y la ley contra la violencia de género.

También hace cuatro años se marcó como fin prioritario la creación del que él denomina el cuarto pilar del Estado, con la aprobación de la Ley de Dependencia, y en este sentido, ha manifestado, que esta será la legislatura del desarrollo efectivo de la ley.

También ha querido reforzar su mensaje relacionado con la inmigración  y si, ya en 2004, abundaba  en la necesidad de que los inmigrantes tuvieran los  mismos derechos y deberes que el resto de ciudadanos que viven en el país, en su discurso de hoy ha destacado esta idea vinculando la inmigración a una relación laboral legal.

En 2004 la importancia que dio Zapatero al desarrollo sostenible fue mucho menor a la otorgada en el discurso de hoy en el que la palabra cambio climático se ha repetido varias veces. La relevancia social que este problema ha ganado en los últimos años se ha visto reflejada, sin duda, en la intervención de Zapatero, en la que también ha ocupado un mayor protagonismo los esfuerzos que, a su juicio, debe hacer España en I+D+i.

Zapatero no cambia su discurso en relación al diálogo y a su política europeísta

En lo que Zapatero no ha cambiado su discurso ni un ápice ha sido en su intención de hacer política con cercanía y basada en el diálogo. En 2004 se propuso hacer de su primer mandato la "legislatura del diálogo y del acuerdo" y en ésta se plantea como meta alcanzar acuerdos básicos en temas como la justicia, ETA y la financiación autonómica con todas las fuerzas políticas y, en especial, con el PP.

Si en la pasada legislatura Zapatero centró su discurso en política exterior en su compromiso de retirar las tropas españolas en Irak y su línea de política europeísta, en su discurso de investidura para la legislatura 2008- 2012 ha querido mantener esa misma tónica que aboga por la relevancia de Europa en el mundo .

SI bien en el 2004 no hizo referencia a la necesidad de mejorar las relaciones con EE.UU, muy tensas en ese momento por su decisión de retirar las tropas, sí lo ha hecho hoy defendiendo un "nuevo capítulo en las relaciones" con este país.

Zapatero finalizó su discurso en el 2004 resumiendo lo que calificó como su "credo" con unas palabras extraídas del testamento de su abuelo, fusilado por el bando nacional durante la Guerra Civil:  "en mi vida ese rumbo ha estado siempre marcado por un credo que quisiera expresar públicamente en un día y en un acto como éste. Ese ideario es breve: un ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes".

En esta ocasión ha acabado su discurso destacando que "España es un país orgulloso de sus logros y capaz de apender de sus errores, para no repetirlos; un país que avanza unido y diverso, guiado por la experiencia de sus mayores y por el empuje de sus jóvenes. Un país de mujeres y hombres libres".