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Excarcelados los seis condenados del Arca de Zoé

  • Los indultados son seis franceses, miembros de la ONG Arca de Zoé
  • Intentaron sacar, en un avión español, a 103 niños para que los adoptaran franceses
  • La tripulación española también fue detenida pero puesta en libertad en dos semanas
  • Deby ha tomado la decisión porque Francia se lo ha pedido

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Condenados los seis miembros del Arca de Zoé

Cinco de los seis miembros de la ONG Arca de Zoé, que estaban cumpliendo condena en Francia por sacar ilegalmente a un centenar de niños de El Chad, han salido ya de las prisiones donde estaban recluidos, pocas horas después de que se hiciese oficial el indulto prometido para ellos por el presidente de Chad, Idriss Deby.

  

El presidente de la ONG Eric Breteau, y su compañera, Emilie Lelouch, abandonaron la cárcel discretamente. También lo hicieron el bombero Dominique Aubry y Alain Péligat, encargados de la logística del grupo; y el doctor Philippe Van Winkelberg. La enfermera Nadia Merimi no ha podido disfrutar plenamente del indulto por encontrarse hospitalizada por agotamiento desde su llegada a Francia.

  

A su salida de la cárcel, les esperaban periodistas, familiares, amigos y miembros de sus comités de apoyo para celebrar su retorno.

  

Deby ha concedido  la medida de gracia a los seis ciudadanos franceses que, en diciembre pasado, fueron condenados a ocho años de prisión y trabajos forzados por tratar de sacar del país de manera ilegal a 103 niños, supuestos huérfanos de la guerra de Darfur, para que los adoptaran familias francesas. Unos hechos ocurridos en octubre pasado.

"No es más que una formalidad, el presidente va a firmar el acta para conceder la medida de gracia de manera inmediata, puede que este fin de semana o el lunes", ha afirmado el consejero desde N'Djamena, la capital chadiana, al corresponsal de la agencia en Libreville.

El Consejo Superior de la Magistratura chadiano ha dado este viernes su "visto bueno" al indulto pedido para los seis miembros de la asociación Arca de Zoé, que dos días después de ser condenados, el 28 de diciembre pasado, volvieron a Francia para cumplir allí su condena.

A cumplir condena en Francia

Dos meses después de que se destapara el caso, tuvo lugar el juicio, que se desarrolló en medio de una gran expectación mediática y bajo críticas de falta de limpieza por parte de los abogados de los acusados del Arca de Zoé.

El 26 de diciembre de 2007, el tribunal condenó a los seis miembros del Arca de Zoé y a dos de sus colaboradores, un chadiano y un sudanés, a 8 años de trabajos forzados y a pagar seis millones de euros en indemnizaciones.

Dos días después de dictarse sentencia y gracias a un convenio de cooperación judicial entre Francia y Chad (ex colonia francesa), los seis miembros de la ONG volaron a Francia donde tendrían que cumplir su condena, en la prisión de Fresnes, cerca de París.

El pasado 7 de febrero, Deby ya dijo que "estaba dispuesto a perdonar" a los seis condenados, "si el gobierno francés lo demandase", dos días más tarde la embajada francesa en D¿Jamena le transmitió la petición de indulto. Queda por saber aún qué pasará con los otros dos condenados que permanecen en Chad (un chadiano y un sudanés), tampoco se sabe aún si se pagarán los 6 millones de indemnización.

La pesadilla de los españoles 

El 24 de octubre el avión de GirJet salió de Madrid, sus tripulantes volverían días después en un falcón de la fuerza aérea española, como los protagonistas involuntarios de una pesadilla con mucho ruido mediático.

En un principio los cinco exiliares de vuelo, el capitán y el copiloto del avión fueron detenidos junto a los miembros del Arca de Zoé, como sospechosos de fraude. Sin embargo, los contactos del Gobierno francés con el chadiano, y la presencia sobre el terreno de una delegación del Ministerio de Asuntos Exteriores propiciaron su regreso.

El mismo Nicolas Sarkozy trajo a casa a las cuatro azafatas que fueron liberadas en un primer momento, en un vuelo DJamena-Madrid-París junto al grupo de periodistas que había acompañado al Arca de Zoé en su viaje al Chad. El calificado por muchos como un golpe de efecto de los que gusta Sarkozy fue criticado por unos y alabado por otros, tanto en Francia como en España.