Italia afronta una huelga general de trabajadores contra los presupuestos del Gobieno de Meloni
- Los sindicatos denuncian que las condiciones del país empeoran cada día y "ya no se llega a fin de mes"
- El Ejecutivo ridiculiza la convocatoria y cree que es una excusa para alargar el fin de semana
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Italia ha vivido este viernes una huelga general de trabajadores contra la Ley de Presupuestos del Gobierno de Giorgia Meloni que, según los sindicatos, empobrece a los ciudadanos.
"Trabajadores, pensionistas, estudiantes, personas que tienen dificultades para llegar a final de mes y que no encuentran en la ley de presupuestos respuestas adecuadas a sus necesidades", ha dicho desde la marcha de Florencia el secretario general de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Maurizio Landini.
"El único gasto público que nuestro país planea es el rearme", ha afirmado el líder sindical, quien ha denunciado la "lógica absurda que ve a los Estados aumentar el gasto en armas cuando los trabajadores no llegan a fin de mes, los salarios son bajos y se recorta poder adquisitivo a empleados y pensionistas".
Por contra, el Gobierno italiano no ha dudado en criticar la huelga como una excusa de los sindicatos para que los trabajadores disfruten de un día más libre coincidiendo con el sábado y el domingo. Incluso Meloni ironizó en X cuando se anunció: "¿En qué día de la semana cae el 12 de diciembre?".
Los sindicatos se han defendido en repetidas ocasiones de estas acusaciones, alegando que el Gobierno está desviando el foco de atención de lo importante. La huelga ha paralizado parte del transporte urbano en Milán y Nápoles, ha provocado el cierre de escuelas y cancelaciones ferroviarias en varias regiones, si bien en Roma los servicios han funcionado con normalidad, según publican los medios italianos.
¿A qué afecta la huelga?
Roma también ha sido escenario de otra marcha que ha congregado a más de un millar de personas en el centro de la ciudad hasta los Foros Imperiales para denunciar "la dirección equivocada" con la que el Gobierno de Meloni emplea los recursos públicos, según ha dicho a la agencia EFE María Mora, sindicalista de la CGIL.
Mora ha criticado la ausencia de medidas estructurales contra la evasión fiscal y ha reprochado que se aumenten los impuestos a trabajadores y jubilados en lugar de gravar "los grandes patrimonios y las ganancias extraordinarias de las corporaciones que no pagan impuestos".
La manifestación de la capital ha finalizado en la Torre dei Conti, donde se ha homenajeado al obrero fallecido en el derrumbe parcial de este edificio medieval ocurrido a principios de noviembre, en un suceso que reavivó el debate sobre la seguridad laboral en Italia.
Cruces blancas con cascos rojos recuerda las muertes laborales en la avenida del Foro Imperial de Roma durante la jornada nacional de huelga ALBERTO PIZZOLI / AFP
Además de las manifestaciones, la huelga ha tenido efectos dispares en el país: ha paralizado parte del transporte urbano en Milán y Nápoles, ha provocado el cierre de escuelas y cancelaciones ferroviarias en varias regiones, si bien en Roma los servicios han funcionado con normalidad, según han publicado los medios italianos.
La CGIL calcula que más de medio millón de personas han participado en las aproximadamente 50 manifestaciones organizadas en el país, donde el porcentaje de adhesión a las protesta ha sido del 68%, siempre según este sindicato.
Sin embargo, este porcentaje contrasta con las cifras sectoriales ofrecidas por el Gobierno, que por ejemplo calcula en un 8,2% la adhesión de los empleados públicos a la huelga, o solo en un 3,86% en el caso del sector educativo "una de las más bajas registradas en los últimos tres años", según ha informado el Ministerio de Educación.
"Esta huelga representa el enésimo fracaso de quienes continúan distorsionando la realidad, haciendo pasar meros intereses partidistas como demandas de los trabajadores", ha dicho el ministro de la Administración Pública, Paolo Zangrillo.
¿Qué piden los convocantes?
Los sindicatos convocantes consideran que la Ley de Presupuestos presentada por el Ejecutivo de Meloni no hace lo suficiente por defender el valor del contrato nacional, piden renovaciones económicamente dignas también en los sectores privados del conocimiento y decir no a los contratos piratas y al dumping contractual.
También reclaman "decir no al rearme" (al aumento de gasto en Defensa), apoyar las inversiones en salud, educación, servicios públicos y políticas industriales, dejar de aumentar la edad de jubilación, realizar una reforma fiscal real y finalmente justa, combatir la precariedad en los sectores del conocimiento y aumentar la financiación para salarios adicionales, para reconocer y mejorar el profesionalismo, la responsabilidad y las habilidades.
Manifestación contra la ley de presupuestos del Gobierno de Giorgia Meloni en Bolonia, Italia Guido Calamosca/LaPresse
La de este viernes es la segunda huelga general convocada en el país en apenas tres meses: la anterior tuvo lugar a finales septiembre, como protesta por la guerra en Gaza y en apoyo a la entrada de ayuda humanitaria.
En lo que va de año, según datos del ente público Comisión de Garantía de Huelga, se han declarado 1.471 huelgas en diversos sectores, como el transporte, la sanidad o la educación.
